Según fuentes judiciales, los acusados dijeron haberse bajado del auto Nissan Tiida de la División Sumarios y Brigadas de la Comuna 4 al grito de “policía” y con los chalecos identificatorios puestos, y que también hicieron sonar la sirena, aunque no encendieron las luces azules del llamado “chichón” que se ponen sobre el techo del rodado porque no funcionaban.
En tanto, los tres adolescentes que sobrevivieron también declararon ayer como testigos y reiteraron que acababan de salir de un entrenamiento de fútbol y que temieron ser asaltados.
Los policías fueron indagados acusados de “homicidio doblemente agravado por la calidad de miembro de las fuerzas policiales abusando de sus funciones y con alevosía de Lucas González”, también por “tentativa de homicidio calificado, privación ilegal de la libertad y falsedad ideológica”.
Según las fuentes judiciales, ninguno de ellos aceptó responder preguntas, pero realizaron un extenso y pormenorizado relato de cómo ocurrieron los hechos, y tanto Isassi como Nievas se quebraron en reiteradas oportunidades mientras explicaban las circunstancias del episodio.
En el relato, los policías contaron que trabajaban en la villa 21-24 en el marco de una investigación vinculada a la venta de estupefacientes y que tenían “como objetivo” un domicilio al cual venían controlando.
En ese marco vieron el automóvil Suran azul en el que se movilizaba Lucas con sus tres amigos “en actitud sospechosa” y que cuando retomó la marcha “hicieron un seguimiento”.
Se aguardan los resultados de los peritajes balísticos y de los teléfonos celulares de los tres imputados. Con el peritaje balístico se espera determinar de cuál de las tres armas partió el disparo que le provocó la muerte a Lucas.