Después de nueve meses de investigación por la muerte de Yoakim, el bebe de 7 meses que en marzo pasado ingresó a la Clínica Aconcagua con graves golpes en la cabeza, el fiscal de Violencia Familiar, Pablo Camacho, ordenó el sobreseimiento de Virginia Olguín, madre del menor. La causa todavía no fue elevada a juicio, sin embargo, el fiscal Camacho desestimó la responsabilidad de la mujer y todavía queda el padre del bebe, Gustavo Roffe, como único imputado.
El fiscal Camacho sostuvo a medios locales que “se determinó que ella no estaba ahí en el momento del hecho”, y agregó que Roffo continúa imputado por homicidio calificado por el vínculo. Virginia había recuperado su libertad hace unos meses tras existir indicios que habría estado ausente de la casa en el momento que el menor fue agredido.
Asimismo, Daniel Pereyra, abogado de Virginia, contó que la defensa de Roffe apeló la prisión preventiva, pero que la misma fue confirmada por el juez de Control y por la Cámara de Acusación. “La causa pronto va a ser elevada a juico, y la mamá ya está fuera del expediente”, reforzó. Yoakim ingresó al Aconcagua con lesiones compatible con un zamarreo, las cuales provocaron fuertes traumatismos cerebrales que le produjeron la muerte 48 horas después de haber sido internado de urgencia.
“Cuando regresó, poco antes de las 15:00, lo encontró dormido al nene y sentía como un quejido. Lo vio con los ojitos blancos, se preocupó, mandó un video a su mamá para saber si eso era una convulsión, y lo llevó al Hospital Infantil, pero lo derivaron a la Clínica Aconcagua”, había narrado Pereyra. “Cuando en el Aconcagua les dicen que tenía una lesión compatible con un zamarreo, ella le pregunta a él si le hizo algo, pero él lo niega”, había asegurado el abogado y, en ese momento, ambos progenitores quedaron detenidos por el hecho.
Además, Pereyra cuestionó la condena social que se dio alrededor de la figura de Olguín, y aseveró: “Si pedimos más institucionalidad, tenemos que respetar las instituciones. La Justicia hizo una investigación muy exhaustiva, pero por haber sido un crimen intramuros la fiscalía decidió que ambos fueran presos hasta que se investigara”. “Esta chica no solamente perdió a su hijo, sino que perdió todo lo que había construido durante años…”, lamentó.
Otro caso aberrante de violencia infantil ocurrió el lunes último en la ciudad de Neuquén donde un niño de dos años murió a raíz de politraumatismos y que tiene como único imputado al padrastro del menor. El fiscal general, José Gerez, calificó ayer al crimen como “un hecho aberrante” y confirmó la imputación por homicidio agravado por alevosía y abuso sexual.
El acusado fue quien trasladó al niño hasta la guardia del hospital Horacio Heller, donde los médicos constataron que llegó fallecido y no pudieron salvarlo. Los profesionales de la salud notificaron a las autoridades tras advertir evidentes signos de violencia. También se solicitó la autopsia de la víctima. “De acuerdo al informe preliminar que recibió el fiscal del caso, el niño habría muerto como consecuencia de diversos traumatismos”, aunque también reveló indicios de un delito contra la integridad sexual.