Con el comienzo del otoño, la provincia de Córdoba ingresa en un periodo caracterizado por una marcada disminución de precipitaciones y descenso de temperaturas que pone a los cordobeses a las puertas de lo que comúnmente se denomina “estación seca”.
El dato no es irrelevante, teniendo en cuenta que nuestro territorio está entre los 10 lugares del mundo con mayor incidencia de incendios forestales.
Son precisamente las condiciones climáticas, junto a la expansión urbana a zonas con vegetación natural, los factores que propician la generación de fuego forestal. En ese sentido, se estima que el 95 % de los incendios son producidos por intervenciones humanas, siendo los factores climáticos y la carga de combustible (material vegetal seco) los que inciden en su propagación.
Junto a las consecuencias ambientales, el fuego también representa una seria amenaza para la seguridad de las personas y para los bienes materiales.
Por eso, este periodo resulta un compromiso para el Gobierno provincial y marca también el comienzo de una etapa de profundización de políticas y acciones para enfrentar las emergencias que se presenten durante los meses más críticos y con mayor riesgo de incendios.
La prohibición de hacer fuego
Una de las primeras medidas que todos los años implementa el Gobierno provincial es la declaración de Alerta Ambiental (que corta con la excepción de hacer fuego controlado), por el que se prohíbe hacer fuego, en todo el territorio provincial por incendios o riesgos de incendios, durante todo el año.
La declaración prohíbe en tierras públicas de toda la provincia el encendido de cualquier tipo de fuego o actividad que pueda dar lugar al inicio de incendios, correspondiendo al Ministerio de Seguridad la ejecución del Plan Provincial de Manejo del Fuego, a través del cual implementará las medidas tendientes a prevenir y combatir incendios rurales y forestales en toda la provincia de Córdoba.
La norma también alcanza a los concesionarios de balnearios serranos, zonas turísticas en general, campings, complejos hoteleros o de cabañas, propietarios de campos, casas de veraneo, clubes y predios de esparcimiento en general que deberán tomar las medidas pertinentes para evitar realizar cualquier acción de riesgo que pueda provocar el inicio de fuego.
El equipamiento de bomberos
En la actualidad, desde Provincia señalaron que hay 185 cuarteles en los que se integran 5.000 bomberos voluntarios. A su vez, también indicaron se realizan permanentes inversiones millonarias para la adquisición de tecnología de última generación y elementos para la protección de los bomberos.
Este último mencionado comprende kits forestales, mochilas de ataque rápido, equipos forestales y borceguíes ignífugos, cascos, guantes, camisetas, linternas, pecheras porta handies, mochilas de montaña, bolsos de trauma y mangueras de diferentes medidas, además de vehículos y aviones hidrantes destinados a la lucha contra el fuego.
Por otra parte, los distintos cuerpos trabajan articuladamente con el Equipo Técnico de Acción ante Catástrofes (ETAC), un grupo de intervención inmediata, con dedicación exclusiva y de tiempo completo, organizado, capacitado, entrenado, con protocolos y procedimientos específicos.
Dispone de recursos humanos, logísticos y tecnológicos idóneos para intervenir en la planificación, prevención y control de catástrofes, emergencias, siniestros o situaciones de desastre, entre ellos los incendios.
Más acciones
También destacaron que la provincia cuenta con otras herramientas que resultan de vital importancia para la toma de decisiones ante un evento adverso: los mapas de riesgo.
Se trata de representaciones cartográficas que permiten visualizar la distribución de determinados riesgos de desastre en un territorio específico y surgen de la combinación de mapas de amenaza y mapas de vulnerabilidad. En estos casos, abarcan información sobre aspectos sociales, edilicios y servicios.
Estos permiten mejorar la capacidad de respuesta, disminuir la vulnerabilidad y así mitigar el riesgo de incendios en dichas localidades. A partir de ello, se podrán generar políticas públicas, planes y protocolos de actuación dirigidos a las necesidades y particularidades de cada jurisdicción.
En este marco, el Gobierno provincial ya entregó los mapas de riesgos de incendios forestales para los municipios que comprenden el cordón de Jesús María y Sierras Chicas (Mendiolaza, Saldán, Villa Allende, Río Ceballos, Unquillo).
Por otra parte, desde la Secretaría de Gestión de Riesgo Climático, Catástrofes y Protección Civil, junto a la Secretaría de Ambiente y el Ministerio de Agricultura y Ganadería, también se trabaja de manera mancomunada con los propietarios de lotes forestados con especies exóticas, como pinos y eucaliptos, entre otros.
Información y prevención
El Plan Provincial de Manejo de Fuego concluye sus acciones brindando actividades de información a la población en general, a través de charlas educativas y preventivas; comunicación de las acciones de supresión y de investigación de cada incendio; difusión diaria del índice meteorológico de peligrosidad de Incendios Forestales; y difusión por los medios de comunicación sobre la necesidad de incrementar las precauciones sobre incendios en situaciones de riesgo muy alto y extremo, entre otras actividades.
¿Cuáles son las sanciones?
Cabe recordar que la legislación penal y contravencional contempla severas penas para todo aquel que provoque un incendio pero, seguramente, la forma más eficaz de prevención es la concientización.
Así mismo, se recomienda siempre apagar, mientras se encuentre en nuestra posibilidad, cualquier foco ígneo. En caso contrario, avisar rápidamente a quienes puedan acudir para sofocarlo.
Por último, es importante destacar que ante la visualización de una columna de humo, se debe avisar a cualquiera de los siguientes números: Policía 911; Bomberos 100 o al teléfono gratuito 0-800-38346 (FUEGO).
Recomendaciones
- No utilice el fuego sin haber obtenido el permiso de quema controlada que no se autoriza en época de riesgo de incendios.
- No realice quema de restos de poda, basura, rastrojo y desmalezamiento de terrenos.
- Realice en cada predio las prácticas preventivas que estén a su alcance, tales como:
- Calles cortafuego.
- Limpieza de alambrados.
- Construcción de reservorios de agua.
- Disponibilidad de elementos de combate (palas, chicotes, machetes, etc.).
- Tenga su pileta de natación, o tanque australiano llena durante todo el año, pues esta reserva de agua es indispensable en caso de incendios.
- En ningún caso arroje fósforos encendidos en el campo, bosques o zonas arboladas, recuerde que la mayoría de los incendios se originan y ocurren a raíz de la falta de precaución.
- No haga fogatas; solo se permite realizarlas en los lugares habilitados para tal fin (camping, complejos, campamentos, etc.)
- En ningún caso encienda fuego debajo de los árboles, no solo por el peligro de incendios que ello implica, sino por el daño que ocasiona el calor a la planta, que es un organismo viviente.
- Haga su fogón en lugares habilitados.
- Tenga en cuenta que el viento puede propagar una mínima fogata ocasionando un incendio.
- Nunca tire colillas de cigarrillos en el campo.
- Si se inicia fuego en el pasto y mientras no haya alcanzado demasiada intensidad, apáguelo golpeándola llama con una manta o bolsa, si es posible mojada.