PEKIN.- Un tribunal chino condenó a muerte ayer al canadiense Robert Schellenberg, de 36 años, por tráfico de drogas. La sentencia supone una drástica escalada en la disputa diplomática y judicial entre Pekín y Ottawa comenzada con la detención en Canadá de Meng Wanzhou, la directora financiera de Huawei. Schellenberg, operario en empresas petroleras canadienses, había sido detenido en China en 2014 y acusado de intentar transportar droga desde este país hacia Australia.
En noviembre de 2018 fue finalmente juzgado y condenado a 15 años de prisión, pero en la jorada de ayer el tribunal de apelaciones de Dalian aceptó el argumento de los fiscales de que la sentencia inicial había sido demasiado leve y que nuevos indicios prueban que el canadiense es un “miembro clave de una banda internacional de narcotráfico”. El operario petrolero puede apelar en diez días.
Schellenberg asegura que “es un mero chivo expiatorio”. El tráfico de drogas en China puede acarrear la pena de muerte. Entre 2009 y 2015, un total de 19 extranjeros recibieron esa condena por ese tipo de delitos, aunque en la mayoría de los casos los tribunales optan por aplazar la ejecución de la sentencia dos años; si en ese plazo el reo demuestra buen comportamiento, la pena se conmuta por cadena perpetua.