BERNA.- El flamante presidente brasileño Jair Bolsonaro se presentó internacionalmente ayer en la inauguración del Foro de Davos con un breve discurso en el que invitó a los capitales del mundo a invertir en su país, ofreciéndoles seguridad jurídica y una batería de reformas orientadas a estimular los negocios, aunque sin dar precisiones sobre su implementación.
El discurso de Bolsonaro era muy esperado por la élite política y económica reunida en Davos, ante una cumbre devaluada por la ausencia de figuras importantes del primer mundo como los presidentes Donald Trump (EE.UU.), Theresa May (Reino Unido) o Emmanuel Macron (Francia), inmersos en sus propias crisis internas.
Sin embargo, los conceptos del mandatario ultraderechista decepcionaron por su falta de precisión y claridad: Bolsonaro hizo promesas generales como volver “compatible” el desarrollo económico con la preservación del medio ambiente, aunque sin precisar metodologías ni dar detalles de las reformas que prometió.
“El compromiso es cambiar nuestra historia”, arrancó el ex militar, quien aseguró que cuenta con un equipo “cualificado” con la “credibilidad para hacer las reformar que tenemos que hacer y que el mundo espera de nosotros”. Entre esas medidas, habló de reducir la carga tributaria, simplificar las normas para “facilitar la vida de quien quiera producir”, privatizar las empresas del Estado para “equilibrar las cuentas públicas”, reformar la seguridad social y el sistema educativo. “Queremos recibir (a los capitales) con los brazos abiertos”, planteó y aseguró que buscará un país “más integrado en el mundo”, cuyas reformas “van a atraer a los empresarios”. Al final, prometió que cuanto termine su mandato Brasil “estará entre los 50 mejores países para hacer negocios” en el mundo.
“América latina ya no será de izquierda”
BERNA.- “No queremos una América bolivariana como hace poco existía en Brasil con gobiernos anteriores. La izquierda no prevalecerá, lo cual es muy bueno no sólo para América del Sur sino también para el mundo”, dijo el mandatario Jair Bolsonaro ante la élite política y económica del planeta reunida en Davos. El flamante mandatario vaticinó que los latinoamericanos optarán por alternativas de centroderecha en las elecciones futuras, y aseguró que comparte una visión “fuerte” con sus pares de Argentina, Chile y Paraguay. Klaus Schwab, fundador del Foro Económico Mundial, anunció a su vez que el próximo año la cumbre de la organización en América Latina se realizará en Brasil.
Analistas critican la “superficialidad” de sus conceptos
BERNA.- “Estamos aquí para mostrar que Brasil cambió”, había dicho el mandatario Jair Bolsonaro al arribar a Suiza, anticipando que presentaría “un Brasil diferente, libre de las amarras ideológicas y de la corrupción generalizada”. Sin embargo, la brevedad y poca claridad de su discurso no convenció a la elite reunida en el Foro Económico: los analistas lo calificaron como “superficial” y “genérico”. “El mercado esperó con gran ansiedad el discurso del presidente Bolsonaro pero se frustró por la brevedad de sus palabras y la falta de contenido firme”, dijo André Perfeito, analista de Necton. “Discurso de Bolsonaro sorprende por superficialidad”, tituló el diario económico Valor, que consideró que “fue una exposición simple, en la que los diversos enunciados se conectaban poco entre sí y no eran desarrollados en una secuencia de argumentos”. “La convicción de los inversionistas vendrá solamente con los actos. Un discurso más completo y más elaborado difícilmente cambiaría la visión escéptica que prevalece fuera de Brasil”, terció el economista Silvio Campos Neto. Lo cierto es que la Bolsa de San Pablo, que abrió en baja, profundizó la tendencia después de la intervención del mandatario y retrocedió un 1,21%.