LA HABANA.- En un hecho histórico, la Asamblea Nacional de Cuba proclamó ayer a su nueva Constitución, que defiende un socialismo “irrevocable” pero abierto al mercado, en momentos de creciente hostilidad con Estados Unidos por el apoyo de La Habana a Venezuela. “Solo a ella y a Cuba nos debemos. Ella es nuestra voluntad”, dijo el presidente Miguel Díaz-Canel desde temprano en Twitter para defender la nueva Constitución, que fue promulgada en una sesión solemne realizada el mismo día en que 150 años antes se comenzó a redactar la primera Carta Magna de la isla. “La Nueva Constitución es hija de su tiempo y refleja la diversidad de la sociedad. Deviene en un legado para las nuevas generaciones de cubanos”, enfatizó el mandatario en su discurso ofrecido ante el Parlamento; donde Raúl Castro -primer secretario del único Partido Comunista (PCC)-, dijo que era un “privilegio repetir la alta responsabilidad” que le encargó su hermano, el fallecido Fidel Castro, de promulgar la Constitución de 1976, que “deja de estar vigente hoy”, agregó. En la nueva Constitución, Cuba reconoce el papel del mercado y de la inversión privada y extranjera en la economía (actualmente, unos 591.000 cubanos trabajan en forma privada, lo que representa el 13% de la fuerza laboral del país). Pero mantiene al PCC como “fuerza superior” del Estado y la sociedad y le otorga un carácter “irrevocable” al sistema socialista que existe en Cuba desde 1961.