MADRID. – España transita los últimos días de una campaña electoral crucial rumbo a los comicios legislativos del domingo 28 de abril, donde se definirá la continuidad del presidente socialista Pedro Sánchez (Partido Socialista Obrero Español – PSOE) o un nuevo giro ideológico hacia un gobierno de signo opuesto con Pablo Casado (Partido Popular – PP) al frente de una alianza de derecha radicalizada.
Pese a que las encuestas predicen un triunfo socialista (ver El PSOE…), el antecedente cercano de Andalucía con la irrupción del partido de extrema derecha Vox, llama a la prudencia. De hecho, los especialistas sostienen que esta fuerza filo fascista -fundada a fines de 2013- podría llegar por primera vez al Parlamento nacional (los encuestadores hablan de un “voto oculto” a favor de esta formación). “Más que una polarización, lo fundamental que está pasando es una rotunda división en dos bloques” de izquierda y de derecha, explicó la politóloga de la Universidad de Zaragoza Cristina Monge.
La propia campaña del jefe de Gobierno español adoptó un tono de alerta: “Estas elecciones son un plebiscito entre avanzar y retroceder 40 años”, clamó Sánchez el jueves a la noche al lanzar su actividad electoral, mientras que ayer aseguró que España necesita un gobierno que le de “cuatro años de estabilidad”. Una gestión, enfatizó, que “dependa de su propia fuerza parlamentaria”, que “apueste por las conquistas sociales” y que “hable con todos”, siempre “dentro de la Constitución y del Estatuto de Autonomía”, graficó.
Con la sombra del radicalizado Vox sobre sus espaldas, Casado radicaliza a su vez las propuestas de derecha, haciendo eje en el rechazo a la inmigración, el independentismo catalán y el terrorismo. “Aquí hay más de 1.000 personas”, aseguró ayer en un acto en Valladolid, donde argumentó: “Pues la banda terrorista ha matado a 800. ¿Se imaginan que prácticamente todos los que están aquí sentados son tantas personas como las víctimas de los criminales de ETA?”, preguntó al auditorio. “Esos etarras son los que ahora dicen que (su lucha) ha merecido la pena; que nunca habían mandado tanto en España, que Sánchez tiene que llamarles por teléfono para rogarles que aprueben sus reales decretos”, agregó.
“El votante de Vox no tiene ningún motivo para no votar al PP. Ellos hablan de una política de inmigración firme, como la del PP; de una regeneración en la política severa, como la que yo impulso (…); de la defensa de la familia y de cultura de la vida, como yo hago”, enfatizó en un medio español, donde indicó que “no tengo ningún complejo en reivindicar las cuestiones que supuestamente el votante de Vox solicita”.
El PSOE se consolida en las encuestas
MADRID. – Todas las encuestas de intención de voto vaticinan un triunfo del Partido Socialista Español (PSOE) de cara a las elecciones legislativas, aunque nadie da por cierto el escenario ante el alto nivel de indecisos que aún persiste. Un sondeo del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) divulgado el martes proyectaba un triunfo del PSOE con un 30,2% de los votos (entre 123 y 138 diputados), y la posibilidad de formar Gobierno con la izquierda radical de Unidas Podemos (entre 33 y 41 escaños) y algún que otro partido pequeño, sin siquiera recurrir al apoyo de los independentistas catalanes. Pero al mismo tiempo hablaba de una cifra de indecisos en torno al 41%, una de las más grandes de la historia. Ayer, otro sondeo publicado por La Vanguardia confirmó al PSOE como favorito, con un porcentaje de voto mayor al 31% contra el 20% del Partido Popular (PP), aunque con un porcentaje de indecisos del 26%.