BOGOTÁ.- A menos de tres años de la costosa firma del acuerdo de paz entre el gobierno de Juan Manuel Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), la realidad volvió a destrozar ayer todos los esfuerzos cuando el ex número dos de la guerrilla, Iván Márquez, reapareció en el escenario público para anunciar el regreso a las armas para “una nueva etapa de lucha”.
“Anunciamos al mundo que ha comenzado la segunda Marquetalia (lugar de nacimiento de las FARC hace más de medio siglo) bajo el amparo del derecho universal que asiste a todos los pueblos del mundo de levantarse en armas contra la opresión”, anunció Márquez en un video de 32 minutos difundido por YouTube. Rodeado de una veintena de hombres y mujeres armados con fusiles, Márquez esgrimió una “traición” del poder político al acuerdo de paz por la seguidilla de asesinatos de líderes sociales y ex miembros de la fuerza como justificativo, que derivó en “un desarme ingenuo de la guerrilla a cambio de nada”, aseguró. “En dos años, más de 500 líderes del movimiento social han sido asesinados y ya suman 150 los ex guerrilleros muertos en medio de la indolencia e indiferencia del Estado”, enfatizó Márquez, que fue el negociador jefe de las FARC en las conversaciones de paz.
“Es la continuación de la lucha guerrillera en respuesta a la traición del Estado al acuerdo de paz de La Habana”, insistió y dijo que buscará alianzas con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), guerrillera de izquierda que también opera en Colombia, para la construcción de “un orden social justo”. “Todo esto, la trampa, la traición y la perfidia, la modificación unilateral del texto del acuerdo, el incumplimiento de los compromisos por parte del Estado, los montajes judiciales y la inseguridad jurídica nos obligaron a regresar al monte”, enfatizó Márquez y anunció “una nueva modalidad operativa”: “Solo responderemos a la ofensiva”, prometió. Eso sí, dijo que sus objetivos no serán soldados ni policías sino “esa oligarquía excluyente y corrupta, mafiosa y violenta que cree que puede seguir atrancando la puerta del futuro de un país”.
Sin embargo el conocido Rodrigo Londoño, conocido como “Timochenko” -último comandante en jefe de las FARC-, se alejó de las declaraciones de su ex compañero y se mostró en contra de la decisión: “Las grandes mayorías seguimos comprometidos con lo acordado, aún con todas las dificultades o peligros que se avizoran, estamos con la paz”, afirmó. A su vez, el presidente colombiano Iván Duque ordenó una ofensiva contra quienes llamó “una banda de narcoterroristas que cuenta con el albergue y el apoyo de la dictadura de Nicolás Maduro”, y ofreció recompensas de 880.000 dólares por cada uno de los guerrilleros aparecidos en el video.
Considerada la guerrilla más poderosa que operó por décadas en América, las FARC se convirtieron en un partido político tras el pacto de paz que condujo al desarme del grueso de su tropa en 2017.