MÉXICO DF.- Tras una fallida investigación y cientos de acusaciones y detenciones, la búsqueda de los 43 estudiantes mexicanos desaparecidos en la ciudad Iguala, en septiembre de 2014, está lejos de ser resuelta y parece haber vuelto, incluso, al principio. No obstante, esta semana, en la que se conmemora el 5º aniversario de esa fatídica noche, la investigación que puede esclarecer el caso continuó en un vertedero de basura cercano al sitio donde los jóvenes fueron vistos con vida por última vez.
El operativo fue puesto en marcha por la Fiscalía General de la República (FGR) y la Comisión Presidencial para la Verdad y Acceso a la Justicia, creada en diciembre pasado, durante la gestión del mandatario Andrés Manuel López Obrador. La comisión es, además, un intento del Gobierno actual por marcar diferencias con la cuestionada investigación que se llevó adelante durante la presidencia de Enrique Peña Nieto.
De acuerdo con la versión oficial (que se esgrimió durante la gestión pasada), los estudiantes fueron interceptados por policías corruptos, entregados al crimen organizado, e incinerados en el basurero del municipio de Cocula. No obstante, la hipótesis fue cuestionada entonces por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (Cidh) y el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (Giei). En concreto, se consignó, mediante pruebas científicas, que los cuerpos no pudieron ser quemados en ese lugar.
Ahora, la investigación se oxigenó con la irrupción de la Comisión para la Verdad que decretó, en los últimos meses, una serie de medidas. Entre ellas, la búsqueda de pistas en el basural de la ciudad Tepecoacuilco, donde se cree que podrían terminado los normalistas. Las excavaciones comenzaron el domingo y continuaron durante toda la semana. De esta forma, el sitio se transformó en un escenario de convivencia para peritos y especialistas y también para un numeroso grupo de efectivos militares, quienes custodian las inmediaciones para impedir el ingreso de ajenos a la investigación. Cabe recordar que, en julio pasado, se realizó otro operativo en un domicilio de Iguala, sin resultados positivos.
Pese a los avances que se concretaron y a la seguridad con la que se pronuncia López Obrador respecto de los resultados de la investigación, los familiares no están del todo convencidos. No obstante, el vocero de los familiares, Felipe de la Cruz, intentó enviar un mensaje esperanzador. “Muy pronto daremos con el paradero de los jóvenes”, aseguró el hombre.