MONTEVIDEO.- La región del Mercosur enfrentará en octubre un mes crucial para definir el equilibrio interno de poderes, puesto que a los comicios nacionales de Argentina se agregarán también las elecciones presidenciales de Uruguay y Bolivia, que vienen mucho más disputadas que en nuestro país y de hecho constituyen los desafíos electorales más grandes que hayan enfrentado el Frente Amplio uruguayo y el MAS boliviano desde su llegada al poder.
A menos de un mes de las elecciones presidenciales del 27 de octubre, el gobernante Frente Amplio sigue encabezando las encuestas en Uruguay, pero con los partidos de centro derecha creciendo a ritmo sostenido, al punto de que si se llegaran a unir en un hipotético ballotage podrían arrebatarle el triunfo. La encuesta que da mayor intención de voto al postulante del frente, el ex intendente de Montevideo Daniel Martínez, pertenece a Radar, que pronostica un 40% de respaldo para él contra un 22,4% de Luis Lacalle Pou, del Partido Nacional (PN).
Cifra propone una elección más reñida pues ubica al candidato de centroizquierda con 33% y al opositor con 28%; mientras que Equipos Consultores pronostica un 34% para Martínez y un 26% para Lacalle Pou.
Para ganar en primera vuelta, cualquier candidato necesita superar el 50% de los votos, por lo que todos los escenarios pronostican un ballottage, programado para el 24 de noviembre. Si tal escenario se confirmase, los analistas prevén que la oposición formará una coalición para superar en votos a Martínez y darle apoyo a Lacalle Pou, volviendo aún más incierta la definición. Por eso, se estima que mañana sucederá un momento central para la definición del comicio: el debate entre Martínez y Lacalle Pou por cadena nacional.
El escenario para las elecciones generales bolivianas, previstas para el 20 de octubre, no es muy distinto: el presidente Evo Morales lidera las preferencias aunque también podría perder en una segunda vuelta ante el opositor Carlos Mesa. Así lo anticipó ayer un sondeo publicado por el diario Página Siete, que otorgó al líder del MAS un 33% de la intención de voto contra un 26% de Mesa, un resultado que forzaría a una segunda vuelta para el 15 de diciembre, en la que el postulante opositor se impondría por un 44% frente al 39% de Morales, según el estudio.
La Constitución boliviana establece que un candidato puede ganar la presidencia en primera vuelta si obtiene 50% más uno de los votos válidos o logra el 40% con una ventaja de 10 puntos de diferencia sobre el segundo. Aun así, sigue siendo elevado el porcentaje de indecisos que ronda el 26%, lo que deja abiertos todos los escenarios.