LA PAZ.- En un clima crecientemente enrarecido por las protestas y los reclamos de la oposición, que incluyeron un ultimátum para que abandone el poder, el presidente Evo Morales salió a reclamar imparcialidad a la Organización de los Estados Americanos (OEA) en la auditoría que realiza sobre los comicios del 20 de octubre pasado en Bolivia.
“Vamos a ser respetuosos de las conclusiones del informe de la OEA. Esperamos que sea un informe técnico, jurídico y no político”, aseguró Evo luego de que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) ratificara su triunfo en primera vuelta, tras el cierre del escrutinio final. El día previo, el jefe de la misión enviada a Bolivia por la OEA, Arturo Espinosa, había renunciado al cargo luego de que se conociera que firmó un artículo de opinión sobre las elecciones bolivianas cuestionando a Morales.
“Cuenten voto por voto, mesa por mesa, acta por acta. Si hay fraude y se demuestra, no tenemos ningún miedo”, enfatizó el líder del MAS (Movimiento al Socialismo), en un clima de creciente tensión con la oposición desplegada en las calles para desconocer su triunfo. Es más, el presidente boliviano rechazó ayer un ultimátum lanzado por un líder opositor santacruceño, quien le había dado “48 horas para renunciar” (ver Ultimátum…).
“Voy a pedir una reunión de emergencia con nuestros dirigentes sindicales, nacionales, la COB (Central Obrera Boliviana), Conalcam (Coordinadora Nacional por el Cambio), otros sectores sociales, para planificar qué están pensando; yo dependo del pueblo, las fuerzas sociales”, dijo el mandatario en declaraciones radiales; mientras el ministro de Gobierno mencionó la existencia de informes de inteligencia que hablan de preparativos para una “acción violenta y confrontacional” para desplazar a Morales del poder.
“El pueblo también dirá su palabra”, agregó Evo, quien consideró que “ahora ya no es elecciones ni fraude” los motivos de la protesta opositora sino “un tema de golpe” de Estado: los opositores “están buscando muertos que vengan de la Policía y las Fuerzas Armadas”, enfatizó. “Ya estamos preparados, distintos sectores por día vamos a cuidar, hacer vigilias en la Casa Grande del Pueblo (sede del Gobierno), pacíficamente, para defender nuestro proceso de cambio”, anticipó.
El clima en las calles sigue, empero, muy espeso: los choques entre los militantes del líder opositor Carlos Mesa y la policía dejaron hasta la noche del sábado casi 200 detenidos y 60 policías heridos, según informó un jefe de los uniformados. “Hubo 191 arrestados”, que fueron llevados a unidades de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen en diferentes departamentos, afirmó el director de esta oficina, Julio Cordero, quien explicó que los detenidos fueron denunciados ante fiscales por “estar involucrados en hechos vandálicos, daños a la propiedad pública y privada, y lesiones”.
Ultimátum y convocatoria a los militares
LA PAZ.- El poderoso líder regional boliviano Luis Fernando Camacho lanzó este sábado un ultimátum al presidente Evo Morales y le dio 48 horas de plazo para renunciar. “(Morales) tiene 48 horas para renunciar, porque el lunes a las siete de la noche (hora local) aquí mismo vamos a tomar determinaciones y vamos a garantizar que él se vaya”, desafió Camacho ante una multitud en un encuentro en Santa Cruz, donde leyó una carta dirigida a los jefes de las Fuerzas Armadas, a quienes exhortó a “estar al lado del pueblo” en esta crisis política.
“El que pide la intervención militar está pidiendo sangre, está pidiendo muerte”, respondió ayer el ministro de Gobierno, Carlos Romero, quien afirmó que el llamado de Camacho “coincide con información de inteligencia que señala que mañana (por hoy) en horas de la noche se estaría preparando una acción violenta y confrontacional hacia la plaza Murillo”, donde está la casa de gobierno en La Paz.