SANTIAGO DE CHILE.- La organización Amnistía Internacional (AI) publicó un crudo informe sobre la situación de los derechos humanos en Chile -elaborado por una misión especial que investigó la situación desde el 19 de octubre- que complica un poco más al presidente Sebastián Piñera, quien volvió a admitir la posibilidad de excesos de los Carabineros. El organismo internacional aseguró que, desde que comenzaron las protestas, ha existido una “política deliberada” del Estado destinada a “dañar a los manifestantes”.
Bajo el mando del Ejecutivo, las fuerzas de seguridad “están cometiendo ataques generalizados, usando la fuerza de manera innecesaria y excesiva con la intención de dañar y castigar a la población que se manifiesta”, sostuvo el informe, que puntualizó que estos ataques han dejado “miles de personas torturadas, maltratadas o gravemente lesionadas”. “La intención de las fuerzas de seguridad chilenas es clara: lesionar a quienes se manifiestan para desincentivar la protesta, incluso llegando al extremo de usar la tortura y la violencia sexual en contra de manifestantes”, amplió Erika Guevara Rosas, directora para las Américas de AI, quien ratificó que la responsabilidad de estos hechos no se agota con quien “apretó el gatillo”.
El informe afirma que las violaciones a los derechos humanos cometidas por las fuerzas de seguridad “no son hechos aislados o esporádicos” sino que responden a un “patrón consistente” y a un “modus operandi” por parte de Carabineros. “Más de 160 menores recibieron perdigones, balas y maltrato en la protestas de Chile. Es inaceptable, independientemente de lo que hayan hecho”, enfatizó Guevara Rosas.
El informé contabilizó más más de 2.300 personas lesionadas, de las cuales más de 1.400 fueron heridas por armas de fuego. Luego de que se conociera el informe, Piñera reconoció que, “en algunos casos”, las fuerzas de seguridad incumplieron los protocolos de uso de la fuerza, pero aseguró que la justicia determinará si se violaron los derechos humanos.