BOGOTÁ.- La “Gran Conversación Nacional” iniciada por el presidente Iván Duque para pacificar al país registró ayer su primer fracaso en medio de una Colombia conmocionada por la muerte del estudiante Dilan Cruz (17 años), herido el sábado por la policía durante una manifestación pacífica en Bogotá. El mandatario recibió ayer a los representantes del Comité del Paro Nacional, promotor de la huelga del 21 de noviembre pasado, quienes se levantaron de la cumbre luego de tres horas de diálogo y anunciaron la convocatoria a nuevas protestas en rechazo al Gobierno de Duque.
El Comité rechazó en realidad la propuesta de llamar a un “diálogo ampliado” con representantes de organismos de control y representantes de pequeñas y medianas empresas. Diógenes Orjuela, de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), explicó que las centrales obreras elevaron trece propuestas para levantar las manifestaciones y dijo que “hemos dejado claro al Presidente que esos puntos aspiramos a discutirlos directamente entre el Comité del Paro y el gobierno a nacional a través de mecanismos que se deben definir”. Horas antes, el Comité Nacional del Paro había convocado a nuevas movilizaciones y concentraciones en todo el país en homenaje a Dilan Cruz, quien falleció en la noche del lunes luego de agonizar dos días en el hospital San Ignacio, tras la cruenta represión oficial del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) en Bogotá.
Pero las manifestaciones se suceden diariamente en las calles del país: ayer, hasta los empleados y funcionarios del Poder Legislativo salieron a manifestarse en los balcones interiores del edificio nuevo del Congreso con consignas como “Dilan no murió, a Dilan lo mataron”. Un país acostumbrado a la violencia se está rebelando contra los abusos de la fuerza estatal como atestiguan los miles de ciudadanos que ayer marchaban a las inmediaciones del Hospital San Ignacio para recordar a Dilan y exigir justicia.