LA PAZ.- El inédito conflicto entre Bolivia y México por el asedio oficial a la embajada del país centroamericano en La Paz, donde se refugian nueve ex funcionarios de Evo Morales, sumó el fin de semana a una tercera nación: España, que fue acusada por el gobierno de transición” de Jeanine Áñez de intentar sacar del país latinoamericano a uno de los ex ministros asilados allí.
El incidente se inició en una visita realizada el viernes por la encargada de negocios de España en Bolivia, Cristina Borreguero, a la embajada mexicana de La Paz. Por la tarde, la canciller boliviana, Karen Longaric, salió a denunciar que los diplomáticos españoles intentaron ingresar de forma subrepticia y clandestina” junto con personas encapuchadas” en la embajada mexicana, aunque el fuerte operativo de vigilancia oficial les impidió entrar”.
Longaric aseguró que el ingreso de vehículos (diplomáticos españoles) fue frenado” y dijo que la presencia de encapuchados u hombres armados es una amenaza” para la sede diplomática mexicana, contraviene las prácticas diplomáticas y vulnera el principio de inviolabilidad”. Su par de Interior, Arturo Murillo, agregó que los españoles pretendían evacuar a escondidas al ex ministro de la Presidencia Juan Ramón Quintana, considerado la mano derecha” de Morales y que tiene una orden de detención en su contra en una causa iniciada por el Gobierno de Áñez por sedición y terrorismo”. Pidió además la expulsión de los diplomáticos españoles implicados en el incidente porque no pueden hacer lo que les dé la gana”.
Pero España rechazó rotundamente las acusaciones y aseguró que la visita fue exclusivamente de cortesía”, aunque anunció que abrirá una investigación sobre el incidente. Los diarios españoles El País y El Mundo indicaron además que los encapuchados eran escoltas de la embajada española, miembros del Grupo Especial de Operaciones (GEO), una unidad de élite de la policía del país ibérico.