PEKÍN.- Las únicas buenas noticias que había arrojado la semana sobre la expansión del coronavirus (ver HDC de la víspera) saltaron ayer por los aires cuando el gobierno de Xi Jinping modificó el método para contabilizar a los enfermos y anunció que en 24 horas se registraron 15.000 nuevos casos de infectados en el gigante asiático, a la vez que hubo más de 200 personas muertas en ese día.
El nuevo protocolo para detectar el virus Covid-19 se basa en incluir a todos los pacientes cuya radiografía pulmonar muestre señales de neumonía, sin esperar a la prueba de ácido nucleico, que se consideraba indispensable para confirmar el diagnóstico. El motivo por el que se realizó este cambio, según la Comisión de Salud de Hubei, es que permitirá que los pacientes sean tratados lo antes posible”. El vocero de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tarik Jasarevic, explicó que la nueva definición de los casos amplía la red e incluye no solo los casos confirmados por el laboratorio sino también los casos diagnosticados clínicamente sobre la base de los síntomas y el contagio”.
Pero lo cierto es que, con la nueva metodología, el número de contagios saltó 15.152 nuevos casos en un día (hasta superar los 60.000), a la vez que se registraron 254 nuevas víctimas fatales en la provincia de Hubei, epicentro de la epidemia, dato que confirma el fortalecimiento del patógeno ya que es 250% mayor al promedio diario que se venía estabilizado en unas 90 o 95 víctimas por día. Es de hecho el balance diario más funesto que se haya registrado desde que brotó el virus en diciembre pasado. A la vez, en Japón falleció una mujer de unos 80 años infectada por el virus, con lo que el número de muertos fuera de China continental subió a tres.
La nueva metodología para diagnosticar la enfermedad también despertó sospechas de que la propagación de la epidemia fue subestimada por las autoridades chinas, que echaron a dos altos funcionarios del Partido Comunista de Hubei a raíz de las críticas que se generaron por el manejo de la crisis sanitaria. En tanto, Vietnam puso en cuarentena por 20 días a la comuna de San Loi, que alberga a unos 10.000 habitantes, tras registrar seis casos del virus, convirtiéndose en el primer país fuera de China que decide aislar a una ciudad por la epidemia.
Con este panorama, la OMS salió a advertir que es muy pronto” para predecir el fin de la epidemia y llamó a la prudencia” en la interpretación de los datos, al cerrar una reunión de de científicos de todo el mundo para analizar nuevas estrategias de lucha contra el brote. Esta epidemia puede ir en cualquier dirección”, advirtió el director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, aunque no trascendieron más conclusiones del conclave de dos días. La Unión Europea (UE) sí advirtió que el brote significa un nuevo riesgo” para la economía del bloque, donde se registraron 35 casos de contagios, a la vez que alertó sobre los riesgos en el abastecimiento de medicamentos” en caso de una expansión de la epidemia.
Cinco argentinos en otro crucero detenido
PHNOM PENH.- El crucero Westerdam, de la compañía naviera Holland America Line, llegó finalmente ayer a Camboya tras ser rechazado en otros cinco países por miedo a que lleve algún infectado con el nuevo coronavirus entre las 2.000 personas de su tripulación a bordo. Si bien el crucero aún no fue puesto en cuarentena, personal sanitario está examinando a los 1.455 pasajeros y 802 tripulantes del barco, donde permanecerán hasta que se descarte que alguno sea portador del coronavirus. Entre ellos, ayer se conoció que se encuentran cinco argentinos. Muy distinta es la situación del crucero Diamond Princess, varado en un puerto cerca de Tokio, donde ayer se anunció la detección de 44 nuevos contagios a bordo y la muerte de otro pasajero, aunque ninguno de ellos son los 7 turistas argentinos que siguen a bordo.