GINEBRA.- El anuncio por parte de Rusia del registro de la primera vacuna contra el coronavirus, apodada Sputnik V”, aceleró la carrera mundial por la obtención del anhelado antídoto contra la enfermedad. El propio presidente de Estados Unidos, Donald Trump, salió ayer a contrarrestar la noticia rusa al asegurar que su Gobierno está muy cerca” de aprobar otro remedio inoculador contra el Covid-19.
Estamos invirtiendo en el desarrollo y fabricación de las seis principales candidatas para asegurar su rápida distribución, y las Fuerzas Armadas están listas para entregar la vacuna a los estadounidenses tan pronto como la primera esté aprobada”, anunció el líder republicano, quien añadió que estamos muy cerca de esa aprobación”. Trump presentó incluso un convenio con Moderna -una de las farmacéuticas más adelantadas-, para adquirir 100 millones de dosis cuando esté aprobada. Los esfuerzos de su país para lograr el antídoto son la mayor y más avanzada operación de este tipo en el mundo y en la historia”, concluyó altisonante. Detrás, por supuesto, talla la carrera electoral rumbo a los comicios presidenciales de noviembre, para cuando Trump anhela tener en circulación la vacuna para salvar su desastrosa gestión de la pandemia.
Lo cierto es que, a nivel mundial, hay al menos seis candidatas que se encuentran en fase muy avanzada”, por lo que crecen las esperanzas de que pronto pueda haber una inmunización de la población, según destacó el propio director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus. Si bien el experto etíope subrayó que deben esperarse los resultados finales de los ensayos, al mismo tiempo recalcó el panorama esperanzador” que se abre con las nuevas noticias.
Tres de las seis vacunas mencionadas por Tedros se desarrollan en China, mientras que las otras se estudian en los laboratorios de las farmacéuticas estadounidenses Pfizer, Moderna y la británica AstraZeneca, esta última en colaboración con la Universidad de Oxford, prototipo que se producirá en Argentina, donde ya se iniciaron los ensayos de fase 3” (ver en página 3). A ellas, se suma la vacuna rusa que el gobierno de Vladimir Putin confirmó ayer se empezará a producir en dos semanas, aunque aparentemente sin pasar por la fase 3” de los ensayos, lo que genera gran escepticismo en la comunidad científica internacional.
El director de Emergencias Sanitarias de la OMS, Mike Ryan, sostuvo a su vez que en cuanto alguna de las vacunas muestre buenos resultados se pasará a su producción y se procederá a la inmunización de la población, pero hay que ser cautos y ver posibles efectos adversos antes de vacunar a miles de personas”, alertó en otra indirecta a Rusia.
Por su parte, el laboratorio Pfizer y BioNTech anunció ayer que su vacuna en desarrollo demostró generar una robusta” respuesta inmunológica en un ensayo clínico preliminar realizado con 45 adultos, en fase 2”. Mientras, el ministro de Salud ruso, Mijail Murashko, aseguró que las críticas contra la Sputnik V” son absolutamente infundadas” y las atribuyó a la competencia” en el mercado internacional por dar con el fármaco que frene la pandemia.
Detrás de esta carrera, en efecto, se mueven tanto los intereses geopolíticos de los líderes de las grandes potencias como la ambición de las empresas farmacéuticas por hacerse con el remedio definitivo a una pandemia que ya dejó más de 700.000 muertos a nivel mundial, de los que más de 203.000 se registraron en América Latina, según cifras de la OMS. Junto a las candidatas mentadas, otros cerca de 160 laboratorios están trabajando para conseguir su vacuna.