Por 316 votos a favor y 165 en contra, la Cámara de Diputados respaldó el plan de ajuste del presidente Bolsonaro y mantuvo el congelamiento de salarios y beneficios para los empleados estatales, incluidos los médicos y policías que están trabajando en la primera fila de la pandemia, una medida que era reclamada por los grandes medios y el mercado financiero.
La decisión llegó luego que Bolsonaro se quejara de que el Senado había revertido el miércoles por la noche el veto del mandatario al reajuste por paritarias en todos los niveles: federal, estadual y municipal.
Con la decisión de los diputados de esta noche quedan congelados hasta diciembre de 2021 los salarios de todos los empleados públicos como parte de las medidas tomadas por el Gobierno en la pandemia.
El presidente de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia, del derechista Demócratas, condujo las negociaciones y logró conseguir una mayoría que respalde el veto presidencial y se enfrente al Senado entre los liberales críticos y los alineados a Bolsonaro y a la política económica del ministro Paulo Guedes.
En contraposición al congelamiento de los salarios estatales, Bolsonaro estudia extender hasta fin de año una ayuda de emergencia que se concretó en medio de lapandemia para más de 65 millones de personas de casi 50 dólares.
Esta ayuda fue aprobada por Congreso para los trabajadores informales y, según analistas, sirvió para mejorar la popularidad del mandatario.
Esta mañana, el mandatario no había escondido su malestar con el rechazo del Senado a su veto, una decisión que golpeó al equipo económico del ministro Guedes e hizo disparar el dólar en el mercados financiero.
«El Senado eliminó anoche un veto mio a una ley y con eso perjudicará 120.000 millones de reales (21.000 millones de dólares). Entonces así no se puede gobernar. Si la Cámara de Diputados vota igual será imposible, hay que ayudar al país a salir del agujero en el que está», afirmó Bolsonaro.
El ministro Guedes, por su parte, había acusado a los senadores de «trabajar contra el país» por haber derribado el veto del presidente a las paritarias del sector público federal, estatal (provincial) y municipal.
La votación en el Senado -donde hubo varias traiciones del oficialismo al Gobierno- llevó al dólar a abrir con una suba mayor al 2% y cotizaba a 5,64 reales, tras tocar una máxima de 5,67. Es el mayor valor desde el 22 de mayo.
Además, el equipo económico se encuentra en medio de una crisis política ya que el propio ministro Guedes, la principal bandera del ajuste fiscal, ha perdido a seis colaboradores en menos de un mes debido a las dificultades que la nueva base del Gobierno le pone a su agenda de privatizaciones.
Guedes debió negar su renuncia el fin de semana luego de afirmar que hay un «desbande» de los secretarios de su ministerio por las dificultades que encuentran para privatizar y ejecutar la reforma administrativa para eliminar los beneficios históricos de los empleados del sector público.