WASHINGTON.- El primer debate electoral entre el presidente republicano Donald Trump y su rival demócrata Joe Biden finalmente no cambió la tónica general de la campaña: ante decenas de millones de personas, los postulantes se enfrentaron a los gritos, con continuas interrupciones, ataques personales y hasta algunas agresiones a solo 35 días de los comicios.
Los titulares de la prensa norteamericana reflejaban ayer el desconcierto general que causó la velada, con palabras como caótico, terrible, surrealista y polémico” en las portadas de los medios escritos y televisivos de todo el país. La diafonía y la burla dominan el caótico primer debate”, tituló el New York Times, donde se escribió que ambos hombres lanzaron ataques personales y expresaron un nivel de desprecio mutuo sin precedentes en la política estadounidense moderna”.
En efecto, Trump y Biden se cruzaron epítetos como payaso”, poco inteligente”, mentiroso” en los momentos más álgidos de una noche marcada por los esfuerzos constantes del presidente republicano por interrumpir a su rival y hasta al moderador, y la determinación de Biden de mostrarse moderado, no mirar nunca a su rival, concentrarse en la cámara y evitar las discusiones a los gritos.
A lo largo de 90 minutos, el candidato opositor repitió tres ideas centrales: Trump no tiene un plan”, no soy Bernie Sanders”, no soy un izquierdista radical”, y ahora el programa del Partido Demócrata es el mío”. Trump, por su parte, intentó vincular a su rival con las iniciativas del sector más radical de los demócratas y con los reclamos de las protestas antirracistas de este año. Además, acusó varias veces a su hijo, Hunter Biden, de negocios corruptos en Ucrania y Rusia, algo que sacó de su registro a Joe.
El debate fue moderado sin mucho éxito por el veterano periodista Chris Wallace del canal Fox, que fue interrumpido sin pausa por Trump. La noche comenzó con uno de los temas más calientes del momento: la nominación de una candidata conservadora a la Corte Suprema a semanas de las elecciones y siguió sobre la salud, la pandemia y la reapertura de la economía y las escuelas en medio de una curva epidemiológica que ya suma más de 7 millones de contagios y más de 200.000 muertos.
Trump ha actuado irresponsablemente. No confío en él para nada, confío en los científicos. Este es el mismo hombre que dijo que para Pascuas la pandemia iba a desaparecer o que mejor tomemos lavandina”, sentenció Biden. Trump rechazó la acusación y sostuvo que el sistema de salud creado por Obama es un desastre, no importa cuán bien se lo trate de manejar”. Mientras Biden prometía expandir Obamacare”, como se conoce al sistema de salud, Trump lo acusaba de querer crear un sistema socialista”, un adjetivo que repitió una y otra vez en la noche.
Al hablar del tema tributario, Biden hizo una promesa concreta: Voy a anular los recortes impositivos aprobados por el Gobierno de Trump”, mientras el mandatario negó la filtración de sus declaraciones de impuestos publicadas por The New York Times, aunque sin convicción. Uno de los últimos temas de la noche fue la creciente tensión racial y las protestas contra la brutalidad policial, pero ni Biden quiso apoyar explícitamente al movimiento Black Lives Matter, ni Trump aceptó repudiar a los grupos supremacistas y milicias blancas que atacaron algunas manifestaciones.
Eso sí, aprovechó para acusar a Biden de estar en contra de la ley y el orden” y planteó una escalada de violencia unilateral por parte de los manifestantes: Casi toda la violencia que veo viene de la izquierda”, aseveró.