SANTIAGO DE CHILE.- A 16 días del plebiscito para la reforma de la Constitución, la manifestación del viernes significó un triunfo simbólico de los manifestantes chilenos, ya que pasó en minutos de disturbios, gases lacrimógenos y chorros de agua, a banderas, música y bailes cuando algunos manifestantes tomaron la rotonda, convertida desde el pasado 18 de octubre en epicentro de las protestas contra la desigualdad y el gobierno conservador de Sebastián Piñera.
Los manifestantes sacaron a los uniformados de la plaza a pedradas y celebraron el hecho como una victoria, teniendo en cuenta que hacía meses que la zona central de la simbólica rotonda les estaba vedada por una fuerte custodia, aunque más tarde la policía logró disolver la movilización.