WASHINGTON.- Si por un lado el candidato demócrata, Joe Biden, y su compañera de fórmula concentrarán la última semana de campaña en los estados que apoyan históricamente a los republicanos, por el otro el presidente Donald Trump se enfocará en los distritos pendulares que fueron clave para su triunfo hace cuatro años, pero en los que hoy perdería.
La apuesta de los demócratas en tierra republicana debutó ayer con la visita de Biden a Georgia, donde su partido no gana una elección presidencial desde 1992, pero donde este año las encuestas sitúan a ambos aspirantes codo a codo. El ex vicepresidente de Barack Obama (2009-2017) tiene también planeado ir hoy a Iowa y mañana a Florida, mientras que su compañera de fórmula, Kamala Harris, viajará hoy a Arizona y el viernes a Texas, dos estados en los que un cambio demográfico podría cambiar la racha republicana, imbatible desde 1994.
A su vez, Trump también se concentra en mantener los estados afines: tras visitar Pensilvania el lunes, ayer realizó actos en Michigan y Omaha, mientras hoy irá a Wisconsin y mañana a Arizona, donde visitará la ciudades de Phoenix y Bullhead City. Incluso, sumó a la batalla a la primera dama, Melania Trump, quien hizo su primer viaje de campaña en solitario ayer a Pensilvania.
