VIENA.- La amplitud del ataque, perpetrado en seis puntos diferentes del casco antiguo de la ciudad, así como su virulencia -con armas de combate y explosiones que se oyeron en buena parte de Viena-, hicieron pensar que se trataba de un nuevo atentado coordinado similar al que, hace casi cinco años, provocó una masacre en París el 13 de noviembre de 2015. El propio canciller austríaco, Sebastian Kurtz, aseveró que el país ha sido el objetivo de un brutal ataque terrorista (…) fue un ataque a nuestra sociedad libre”.
Si bien las autoridades especulaban con la posibilidad de varios atacantes, entre seis y diez, que habrían conseguido huir y podrían atacar de nuevo, hasta ayer no habían logrado encontrar evidencias de que el atentado fuera perpetrado por más de una persona, el joven identificado como Kujtim Fejzulia, que fue abatido por la policía en el escenario del ataque; pese al gran operativo que desplegaron para dar con los responsables y las más de 14 personas detenidas por su relación con el asesino.
Por su parte, el EI reivindicó la autoría del atentado al indicar que fue ejecutado por un soldado del califato” y celebrar que se saldó con 30 cruzados muertos y heridos”. Además, precisó que el atacante empleó un arma automática, una pistola y un cuchillo para perpetrarlo. Lo cierto es que la sombra del terrorismo yihadista se vuelve a cernir sobre Europa, con la vecina Francia amenazada por los recientes tres ataques islamistas y el Reino Unido elevando a grave” el nivel de alerta ante la amenaza terrorista.