El acuerdo para terminar de concretar la salida de Gran Bretaña de la UE excluyó a los Territorios de Ultramar que posee el país administrado por el primer ministro Boris Johnson, entre ellos las islas sobre las cuales la Argentina mantiene su reclamo de soberanía.
La exclusión implica que la producción de las Malvinas perderá los beneficios comerciales para su ingreso a los países de la UE, por lo que comenzará a pagar aranceles y podría tener restricciones a la venta.
Esto afectaría especialmente a los ingresos que hasta ahora tuvo la administración de las islas por las licencias de pesca otorgadas a naves extranjeras, los cuales representaban alrededor del 50% de su recaudación fiscal anual.
La exclusión de las Islas Malvinas del nuevo acuerdo comercial había sido planteada por la Argentina a las autoridades de la Unión Europea, por lo que el país podría verse beneficiado con un cambio de estrategia respecto del reclamo de soberanía sobre el archipiélago.
En noviembre pasado el canciller Felipe Solá mantuvo una reunión con la representante de la UE en la Argentina, Aude Maio Coliche, y una veintena de embajadores de los países miembro del bloque, a quien solicitó que no reconocieran la soberanía británica sobre las islas en la negociación por el Brexit.
El objetivo de la Argentina era precisamente que las exportaciones desde las Islas Malvinas a Europa no tuvieran beneficios arancelarios, lo cual finalmente se concretó con el nuevo acuerdo.
En su mensaje de Navidad a los isleños, el primer ministro Johnson había advertido que la UE «fue absolutamente intransigente en cuanto a excluir la mayoría de los Territorios de Ultramar de las negociaciones comerciales de este año» y aclaró que los isleños «no han sido olvidados o dejados de lado».
«Este Gobierno va a estar junto a ustedes pase lo que pase.
Esto incluye ayudarlos a administrar el cambio que se viene cuando el período de transición post-Brexit concluya a fines de este mes», afirmó Johnson.