MADRID.- Los números comienzan a confirmar que la segunda ola del coronavirus ha sido más grave que la primera en el primer mundo. Por ejemplo, ayer se conoció un informe de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ) que indica que los casos de contagios de niños crecieron desde el 1% al 12% en España durante la segunda ola, mientras el país superó el umbral de los 50.000 muertos.
El estudio realizado por la Separ reveló que a fines de septiembre ya se habían registrado 66.000 casos de niños infectados, lo que equivale a 12% del total de casos reportados por el Ministerio de Salud”. Las cifras son muy superiores a las registradas en los primeros meses de pandemia, cuando los casos de niños afectados representaban apenas 1% del total en toda España. Según el informe, ya a principios de la segunda ola a fines de agosto, la proporción de niños infectados con el coronavirus era del 6%.
Los datos concuerdan con la evolución epidemiológica de los países más afectados del mundo, por ejemplo Estados Unidos, donde los casos entre los niños se sitúan en entre un 12% y un 15% del total. La entidad aclaró sin embargo que uno de los motivos para el aumento de la prevalencia del virus detectada entre menores es la realización de más test de diagnósticos entre toda la población frente a los primeros meses de pandemia, en que se analizaron a los pacientes más graves. Ocurre que, como se sabe, la mayoría de los casos detectados en niños son asintomáticos o con cuadros más leves que los adultos.
España se ubicó ayer en el cuarto país de Europa occidental con mayor número de decesos por detrás de Italia (72.370), el Reino Unido (71.109) y Francia (62.746), luego de sumar 298 fallecidos más respecto al último balance difundido el jueves, con lo que totaliza 50.122 fallecidos desde el inicio de la pandemia.
La nueva cepa colapsa la salud británica
LONDRES.- Los fantasmas sobre la posibilidad de que la nueva cepa del coronavirus detectada en el Reino Unido pueda significar un nuevo rebrote de la pandemia comienzan a tomar forma. En efecto, las autoridades británicas manifestaron ayer su preocupación por el fuerte incremento de contagios debido a la rápida propagación de esta nueva cepa en la capital y el sudeste inglés, donde el sistema de salud se encamina al colapso. Por primera vez, la cifra diaria de contagios en el Reino Unido superó la barrera de los 40.000 casos.
La directora médica de Salud en Inglaterra, Yvonne Doyle, pidió incluso a la población que ayude a detener la propagación del virus porque los hospitales están en (el momento) más vulnerables, con nuevas admisiones aumentando en todas las regiones”. Los servicios de ambulancias del sureste inglés, por ejemplo, están recibiendo cerca de 8.000 llamadas de urgencia por día, unos niveles nunca vistos.