Por un lado, Hungría y Eslovaquia ya compraron unilateralmente la vacuna rusa -proceso en el que está República Checa-, mientras que Italia anunció que analiza usar el biorreactor de producción de vacunas más grande del país -la planta ReiThera, cerca de Roma-, para fabricar la Sputnik V.
Además, el fondo de inversión ruso que financia el desarrollo de la Sputnik V anunció acuerdos con compañías de España, Francia y Alemania para producir la vacuna, a la espera de su homologación en la Unión Europea (UE). Esto permitirá empezar a abastecer el mercado único europeo con Sputnik V tan pronto lo apruebe la Agencia Europea de Medicamentos (EMA)”, aseguró el director del fondo, Kirill Dmitriev.