Ecuador se encamina a resolver el esperado ballottage entre el candidato correísta Andrés Arauz y el empresario Guillermo Lasso en un contexto de fuerte tensión, incrementada por la pandemia.
El viernes, el presidente Lenín Moreno declaró el estado de excepción” por 30 días en las principales provincias del país, donde vive cerca del 70% de la población, pero Arauz advirtió que se trata de una maniobra que podría enturbiar los comicios.
La democracia de Ecuador está en peligro”, alertó Arauz, quien argumentó que la medida le da facultades excepcionales a Moreno, quien podría modificar los protocolos del proceso electoral (…) y manipular el resultado”. Más aún si requiere movilización ciudadana el mismo 11 o los días subsecuentes, el estado de excepción imposibilitaría que los ciudadanos se movilicen en defensa de sus derechos democráticos”, agregó Arauz.
En la primera cita a las urnas, el pasado 7 de febrero, Arauz resultó ganador con 32,72% de los votos, insuficientes sin embargo para evitar el balotaje, mientras que Lasso fue segundo con 19,74%, seguido de muy cerca por el candidato indígena Yaku Pérez, apenas 35 décimas por debajo del banquero.
Unos resultados que demostraron no sólo un peor desempeño electoral frente a los comicios de 2017 -estos dos movimientos perdieron entre seis y ocho puntos-, sino también un cierto hastío al relato de la grieta entre correístas y anticorreístas empleado por ambos aspirantes.
De ahí que más de un tercio de los votantes se inclinará por las candidaturas de Pérez y del líder de Izquierda Democrática (ID), Xavier Hervas (cuarto con 15,68% de los sufragios), que fueron las sorpresas del escrutinio y encarnaron la alternativa frente al clivaje.
Con iniciativas más abarcadoras y dominio de las redes sociales, estas dos opciones lograron reunir los votos de las mujeres, los ambientalistas, los indígenas, las minorías y los jóvenes.
Estos sectores, que marcaron la diferencia en la primera vuelta, son ahora codiciados y flirteados por los candidatos al balotaje.
El éxito de la estrategia inclusiva abanderada tanto por el partido indígena Pachakutik (PK) como por ID se vio también reflejado en los escaños ganados en Asamblea Nacional, donde se alzaron como la segunda y la tercera fuerza, respectivamente.
Por ello, Arauz y Lasso no sólo buscan captar a sus votantes, sino también consensuar agendas para garantizar la gobernabilidad del futuro Ejecutivo. No obstante, la tarea se anuncia complicada.