Llegó la hora de terminar la guerra más larga de Estados Unidos”. Con esta frase de ribetes históricos, el presidente Joe Biden anunció ayer desde la Casa Blanca que retirará todas las tropas estadounidenses de Afganistán para el 11 de septiembre y así pondrá punto final a la participación de Estados Unidos en un conflicto que duró más de dos décadas, que causó la muerte de más de 2.000 soldados y un costo de billones de dólares. Rápidamente, al anuncio se sumaron los países de la Organización del Atlántico Norte (OTAN).
De esta manera, la aventura militar que el ex presidente republicano George W. Bush inició en 2001 se acerca a su fin. Los cerca de 10.000 de la OTAN que siguen en Afganistán (unos 7.000 de países diferentes a Estados Unidos) volverán a casa, siguiendo el toque de retirada fijado por Washington.
Es tiempo que las tropas estadounidenses vuelvan a casa”, aseveró Biden desde el Salón de los Tratados, todo un símbolo porque fue el mismo lugar donde Bush anunció que había comenzado la guerra. La fecha de retiro también es simbólica porque marcará el 20 aniversario del atentado terrorista más sangriento en la historia del país, contra las Torres Gemelas, el Pentágono y un avión en Pennsylvania, que desató la ofensiva estadounidense en Medio Oriente.
Fuimos a Afganistán por un horroroso ataque que sucedió hace 20 años. Esto no puede explicar por qué debemos permanecer allí en 2021. En vez de regresar a una guerra con los Talibanes, tenemos que enfocarnos en los desafíos que determinarán nuestra posición y alcance hoy y en el futuro”, argumentó Biden, quien enfatizó que no podemos continuar el ciclo de extender o expandir nuestra presencia militar en Afganistán esperando crear las condiciones ideales para nuestro país”.
Ahora soy el cuarto presidente de EE.UU. que gobierna con tropas en Afganistán: dos republicanos, dos demócratas. No le voy a pasar esta responsabilidad a un quinto”, sentenció.
La llamada guerra eterna”, que en 20 años dejó casi 2.400 soldados estadounidenses fallecidos y decenas de miles afganos muertos, se encuentra actualmente estancada. El gobierno de Kabul, con apoyo internacional, controla solo algunas partes del país, mientras los Talibanes se fortalecen y cada vez más voces alertan que los insurgentes tratarán de hacerse con el poder en cuanto desaparezca la protección internacional. No obstante, Biden se mostró tajante y llamó a aceptar que no existe otra alternativa.
A su vez, el presidente afgano, Ashraf Ghani, aseguró que sus fuerzas son totalmente capaces” de defender al país. Las naciones de la OTAN, por su parte, informaron que iniciarán su retirada el 1 de mayo, en una operación que debería completarse en unos pocos meses”.