Recordamos las vidas de todos los que murieron en el genocidio armenio de la era otomana y nos comprometemos nuevamente a evitar que una atrocidad semejante vuelva a ocurrir”, dijo Biden en un comunicado difundido por la Casa Blanca por el 106º aniversario de esa política coordinada de matanzas, persecución y limpieza étnica. Afirmamos la historia. No lo hacemos para culpar, sino para asegurar que lo que ocurrió no se repita nunca”, añadió el texto, que solo condena a una entidad política hoy inexistente: el imperio Otomano.
Un funcionario estadounidense aseguró incluso luego que la intención no era culpar a la Turquía actual, a la que calificó como un aliado clave de la OTAN”. Sin embargo, la reacción de Turquía no tardó en llegar. El presidente Recep Tayyip Erdogan acusó a terceros” de interferir en los asuntos de su país y, luego su canciller, Mevlut Cavusoglu, aseguró que Estados Unidos intenta reescribir la historia” antes de advertir: No aceptaremos lecciones de nadie sobre nuestra historia”. Ayer, incluso, la Cancillería turca convocó al embajador de Estados Unidos en Ankara para protestar por la decisión.