El presidente demócrata Joe Biden dio ayer un giro de 180 grados al respaldar la liberación de las patentes de las vacunas contra el coronavirus para aumentar su producción global, una decisión inédita y crucial a favor de una estrategia que hasta ahora era rechazada por las potencias del mundo y los laboratorios en la Organización Mundial del Comercio (OMC), pese a que podría torcer la lucha global contra la pandemia.
Se trata de una crisis sanitaria mundial, y las circunstancias extraordinarias de la pandemia de Covid-19 exigen medidas extraordinarias. El Gobierno cree firmemente en las protecciones de la propiedad intelectual pero, en aras de poner fin a esta pandemia, apoya la exención de esas protecciones para las vacunas contra el Covid-19”, anunció la representante ante la OMC de EE.UU., Katherine Tai.
La decisión llega en el peor momento de la epidemia, cuando arrecian los contagios y las muertes en la India y América latina, y justo cuando el Consejo General de la OMC retomó el análisis de un plan de exención temporal de las reglas que protegen la propiedad de las vacunas. El proyecto fue propuesto en octubre por Sudáfrica e India con el respaldo de 100 países, entre ellos Argentina, pero quedó estancado por el lobby empresario y la resistencia del primer mundo.
Estamos a favor de la exención en la OMC, estamos a favor de lo que los impulsores de la exención están tratando de conseguir, que es mejor acceso, más capacidad productiva y más dosis administradas”, explicó luego Tai; quien aseguró que el gobierno de Biden está negociando activamente” con la OMC para avanzar en la suspensión de las patentes, y además trabajará para ampliar la oferta de insumos para las vacunas, ante los cuellos de botella que aparecen en las líneas de producción.
Paralelamente, la directora del organismo de la ONU, Ngozi Okonjo-Iweala, volvió a afirmar ayer que los miembros (de la OMC) deben compartir sus vacunas, aquellos que han pedido más de lo que realmente necesitan deben compartir con otros, ya sea a través de la instalación de Covax u otros mecanismos. Aquellos que tienen materias primas deben permitir que estas fluyan a través de las cadenas de suministro para que todos los que puedan fabricar puedan aprovecharlas”, completó al abrir la nueva ronda de discusiones del Consejo General; donde enfatizó que la propuesta constituye la cuestión moral y económica de nuestro tiempo”.
Hasta principios de abril, según datos de la OMS, más del 87% de las dosis de vacunas administradas globalmente se inyectaron en los países más ricos, mientras que los países de ingresos bajos solo recibieron un 0,2% de los inoculantes producidos.