La dura decisión diplomática fue anunciada por la Casa Rosada en conjunto con el gobierno de México, a través de una declaración oficial compartida en la que ambos países instaron a que ninguna nación u organismo internacional intervenga en los asuntos internos de otro país.
Serán los propios nicaragüenses quienes superen esta situación por la vía pacífica, respetando la división de poderes, el respeto a las minorías, las garantías constitucionales y, en general, el pleno respeto al estado de Derecho y todos los derechos humanos”, resalta el mismo texto de los gobiernos de Alberto Fernández y Andrés Manuel López Obrador.
El comunicado conjunto indica que Argentina y México llaman a consultas a sus embajadores en Nicaragua”, con el objetivo de realizar consultas sobre las preocupantes acciones políticas-legales realizadas por el gobierno nicaragüense en los últimos días”.
Esas acciones han puesto en riesgo la integridad y la libertad de diversas figuras de la oposición (incluidos precandidatos presidenciales), activistas y empresarios” de ese país, completa el comunicado.
El texto sobrevino antes de que el gobierno de Ortega detenga a un quinto aspirante a la presidencia de Nicaragua en las elecciones de noviembre: el también periodista Miguel Mora, que ayer fue apresado por presuntos delitos contra la soberanía”, con lo que ya son 17 los opositores encarcelados en una ola de arrestos lanzada este mes.