Las vacunas más utilizadas contra el coronavirus están diseñadas para ser administradas como inoculaciones de dos dosis: si bien casi todas las personas vacunadas han recibido inyecciones de la misma vacuna, la escases de dosis ha llevado a distintos países del mundo a probar con la combinación de inmunizantes de distintos laboratorios, con resultados que parecen prometedores.
Cada vez más países están permitiendo y, en algunos casos, alentando, la inoculación combinada, con personas que reciben la primera dosis de una vacuna y luego una segunda inyección de otra diferente. El martes, la propia canciller de Alemania, Angela Merkel, informó que se administró dosis de dos vacunas distintas para alentar esta opción, que permite acelerar la campaña de inmunización de la población.
Algunas naciones han intentado adoptar ese enfoque por necesidad ante la escases de suministros, otras por precaución, cuando se plantearon dudas sobre la seguridad de alguna vacuna después de que había comenzado a aplicar su primera dosis. Pero ahora, los científicos y los responsables de políticas sanitarias están interesados en la potencialidad de combinar diferentes inyecciones, ya que podría tener ventajas significativas.
Los científicos sostienen que administrar dos vacunas ligeramente diferentes podría generar una respuesta inmune más fuerte, tal vez porque las vacunas estimulan partes solo un poco distintas del sistema inmunitario o le enseñan a reconocer diferentes partes de un patógeno invasor. Las pruebas con otros patógenos, como el ébola, ya ha demostrado estos resultados. El argumento es que uno y uno son tres”, sintetizó John Moore, virólogo de Weill Cornell Medicine, quien aclaró que saber si ese argumento se sostiene cuando nos referimos al Covid-19 es algo que tendrá que ser juzgado por los datos reales”.
Además de los posibles beneficios inmunitarios, la combinación y el emparejamiento también ofrecen una flexibilidad muy necesaria cuando los suministros de vacunas son desiguales o limitados”, explicó Zhou Xing, inmunólogo de la Universidad McMaster en Canadá.
Actualmente se están realizando múltiples ensayos clínicos para determinar si estos beneficios se confirman en el caso del coronavirus o por el contrario genera nuevos inconvenientes. Algunos estudios ya han publicado resultados preliminares prometedores: un equipo de investigadores españoles anunció que las personas que recibieron una dosis de AstraZeneca, seguida de otra de Pfizer, mostraron una respuesta inmunitaria más fuerte que con dos dosis del inmunizante junto a la universidad de Oxford.
Sin embargo, datos preliminares de un estudio estadounidense sugieren que combinar vacunas puede aumentar las probabilidades de efectos secundarios leves y moderados en los primeros días, aunque esto también puede ser un signo de una fuerte respuesta inmunitaria.
La variante Delta se propaga en el mundo
La nueva variante del coronavirus conocida como Delta” se sigue expandiendo a ritmo acelerado en el mundo: Chile anunció ayer el primer caso de contagio de la temida cepa, horas después de que el mismo virus obligara a Israel a reimponer el tabapocas en lugares cerrados, causara las peores cifras de casos y muertes en seis meses en Rusia y forzara a Australia a aislar a los 5.000.000 de habitantes de Sydney, entre otros casos.
Proveniente de la India, la variante Delta mutó hasta volverse más contagiosa y mortal”, según alertó la Organización Mundial de la Salud (OMS). Ayer fue detectada por primera vez en Chile, en una mujer que volvía de Estados Unidos y que fue aislada de inmediato. El plan de inoculación masivo sigue a ritmo sostenido y es acaso el único motivo de alegría del presidente Sebastián Piñera, cuya gestión es objetada cada vez con más ímpetu, lo cual se ve reflejado en el índice de aprobación ciudadana, apenas de entre el 10% y el 13%, el más bajo desde que asumió.
A su vez, en Australia, un ministro del estado de Nueva Gales del Sur dio positivo y otros tres se aislaron a medida que el virus se hace presente con la variante Delta que está empeorando a gran escala la situación de la capital, Sydney, donde la mayoría de la población tiene prohibida a partir de ayer la salida de la ciudad.