Si los talibanes lograran tomar el poder por una vía militar, no será reconocido por la UE, no será reconocido por la mayoría de los países de la región. Será un régimen aislado y un Afganistán aislado”, dijo el representante especial de la UE para la región, Thomas Niklasson.
Afganistán vive un drama político y humanitario en ciernes debido a los ataques que lanza el movimiento talibán desde que Estados Unidos y otros países de la OTAN iniciaron su retirada. En lo que va del año, ya hubo unos 330.000 afganos desplazados: más de la mitad de ellos escaparon de sus hogares desde el inicio de la retirada estadounidense, en mayo pasado. En las últimas semanas, la cantidad de afganos que cruzó ilegalmente la frontera creció entre un 30% y un 40% en comparación a los meses previos a mayo.
Actualmente, al menos 30.000 personas huyen de Afganistán cada semana ante la expansión de la cruzada talibán. Los organismos de ayuda internacional advierten que este éxodo es la primera señal de una crisis de refugiados en ciernes, y los países vecinos y también Europa ven con alarma que la escalada de violencia talibán ya empieza a filtrarse a través de las fronteras. Según algunas evaluaciones, los talibanes han capturado más de la mitad de los 400 distritos del país.