Los científicos aseguraron que se necesitaba más evidencia para justificar el refuerzo de la inmunización, como ya están realizando países como Estados Unidos, Israel, Chile o Uruguay. La OMS argumenta que las vacunas se siguen necesitando para completar las primeras dosis en el tercer mundo.
Cualquier decisión sobre la necesidad de un refuerzo o el momento del refuerzo debe basarse en análisis cuidadosos de datos clínicos o epidemiológicos adecuadamente controlados, o ambos, que indiquen una reducción persistente y significativa sobre la enfermedad grave”, escribieron los científicos en la revista médica The Lancet, que argumentaron que la evaluación de riesgo-beneficio debería considerar la cantidad de casos graves de Covid-19 que se esperaría que prevenga el refuerzo, y si es seguro y efectivo contra las variantes actuales.
Por consiguiente, la evidencia actual no parece mostrar la necesidad de un refuerzo en la población general, en la que la eficacia contra enfermedades graves sigue siendo alta”, concluyeron.