El papa Francisco pidió hoy que la Iglesia «reconozca sus errores» ante los «comportamientos crueles» de los abusos a menores y «busque siempre el perdón de las víctimas». Lo hizo a través de un video que dirigió a los participantes de los 20 países del centro y este de Europa que se reúnen en la Conferencia Internacional sobre la Protección de los Menores y los Adultos Vulnerables que se celebra desde mañana en Varsovia.
Desde este lunes religiosos y expertos participarán en esta convocante primera conferencia internacional para afrontar el tema de los abusos e intentar erradicarlos de la Iglesia, organizada en Polonia, país cuyo clero ha notificado que ha recibido cerca de 800 casos de abusos a menores desde 1990.
«Sólo enfrentando la verdad de estos comportamientos crueles y buscando humildemente el perdón de víctimas y sobrevivientes, la Iglesia podrá encontrar su camino para ser nuevamente considerada con confianza un lugar de acogida y seguridad para los necesitados”, manifestó el sumo pontífice.
La reunión, explicó el papa, tendrá utilidad «para responder más adecuadamente a esta conmoción gravísima a la que nos enfrentamos” y pidió, como ya hizo en su discurso de 2019 cuando reunió a las Conferencias episcopales de todo el mundo que el bienestar de las víctimas no se deje de lado en favor de la equívoca preocupación por la reputación de la Iglesia como institución”.
La conferencia internacional tendrá como eje transversal, según indica Francisco, «la misión común de salvaguardar a los hijos de Dios» y contará con la participación del presidente de la Pontificia Comisión para la protección de menores y Arzobispo de Boston, Estados Unidos, el Cardenal Seán Patrick O’Malley.
Los organizadores del evento explicaron que durante los tres días de trabajo los participantes buscarán «examinar la respuesta a la crisis de los abusos sexuales a menores y evaluar el impacto en el contexto regional».
Por otro lado, intercambiarán experiencias para crear «una red de personas implicadas en el ámbito de la protección de la infancia, para establecer una cooperación más estrecha y compartir recursos en una dialéctica de aprendizaje mutuo».
Nuestras expresiones de contrición deben convertirse en un concreto camino de reforma”, expresó el pontífice explicando que esto servirá tanto para prevenir ulteriores abusos como para garantizar a los demás la confianza en el hecho de que nuestros esfuerzos conducirán a un cambio real y fiable”.
En tanto, el papa Francisco animó a los participantes «a escuchar la llamada de las víctimas y a comprometerse, el uno con el otro y con la sociedad en sentido más amplio, en estos importantes debates, porque tocan verdaderamente el futuro de la Iglesia en Europa Central y Oriental, no sólo el futuro de la Iglesia, sino también el corazón del cristiano».