Los meteorólogos japonés Syukuro Manabe y alemán Klaus Hasselmann, y el físico italiano Giorgio Parisi ganaron este martes el Premio Nobel de Física por «por sus innovadoras contribuciones a nuestra comprensión de los sistemas físicos complejos», informó la Real Academia Sueca de Ciencias.
La mitad del premio será compartida por Manabe y Hasselmann «por el modelado físico del clima de la Tierra, cuantificando la variabilidad y prediciendo de manera confiable el calentamiento global», según la Real Academia Sueca.
En tanto que Parisi fue galardonado «por el descubrimiento de la interacción del desorden y las fluctuaciones en los sistemas físicos desde la escala atómica hasta la planetaria».
Los sistemas complejos son aquellos que se caracterizan por la aleatoriedad y el desorden y son difíciles de entender. El premio de este año reconoce nuevos métodos para describirlos y predecir su comportamiento a largo plazo», explicaron en un comunicado.
Syukuro Manabe demostró cómo el aumento de los niveles de dióxido de carbono en la atmósfera conduce a un aumento de las temperaturas en la superficie de la Tierra. Nacido en 1931 en Shingu, Japón, Manabe se doctoró en 1957 en la Universidad de Tokio y luego se graduó de Meteorólogo senior en la Universidad de Princeton, Estados Unidos.
En la década de 1960, dirigió el desarrollo de modelos físicos del clima de la Tierra y fue la primera persona en explorar la interacción entre el balance de radiación y el transporte vertical de masas de aire. Su trabajo sentó las bases para el desarrollo de modelos climáticos actuales.
Aproximadamente diez años después, Klaus Hasselmann creó un modelo que vincula el tiempo y el clima, respondiendo así a la pregunta de por qué los modelos climáticos pueden ser fiables a pesar de que el tiempo es cambiante y caótico.
Hasselmann nació en 1931 en Hamburgo, Alemania, se doctoró también en 1957 de la Universidad de Göttingen y actualmente es profesor en el Instituto Max Planck de Meteorología. También desarrolló métodos para identificar señales específicas, huellas dactilares, que tanto los fenómenos naturales como las actividades humanas imprimen en el clima.
Sus métodos se han utilizado para demostrar que el aumento de temperatura en la atmósfera se debe a las emisiones humanas de dióxido de carbono.
Alrededor de 1980, Giorgio Parisi descubrió patrones ocultos en materiales complejos desordenados. Nació en 1948 en Roma, Italia y se doctoró en 1970 en la Universidad Sapienza de Roma donde actualmente es profesor.
Sus descubrimientos se encuentran entre las contribuciones más importantes a la teoría de sistemas complejos y permiten comprender y describir muchos materiales y fenómenos diferentes y aparentemente completamente aleatorios, no solo en la física sino también en otras áreas muy diferentes, como las matemáticas, la biología, la neurociencia y el aprendizaje automático.