La recomendación podría afectar el programa de vacunación de varios países, entre ellos la Argentina, que utilizó el inoculante de Sinopharm en gran parte de su población y que estaba a punto de comenzar a utilizarla en niños de entre 3 y 11 años.
«Todas las evidencias indican que se necesita una tercera dosis de estas mismas vacunas o de sus homólogas», indicó en conferencia de prensa el experto mexicano Alejandro Cravioto, presidente del Grupo Asesor Estratégico de Expertos de la OMS (SAGE), en referencia a los sueros chinos.
El experto sugirió que las terceras dosis, en primer lugar, deberían administrarse a personas mayores de 60 años, grupo de edad que ha mostrado mayores problemas de respuesta al coronavirus tras vacunarse con Sinovac o Sinopharm.
La tercera dosis para quienes recibieron vacunas chinas pueden ser de otro tipo, precisó el SAGE, mientras se aclaró que no se trata de una recomendación general de una tercera dosis, ante la existencia de países donde los niveles de vacunación son aún bajos.
Las vacunas de Sinopharm y Sinoovac, aprobadas por la OMS, eran utilizadas en varios países de Latinoamérica, Asia, África o el este de Europa. No obstante, en la mayor parte del viejo continente, las vacunas chinas no fueron aprobadas, al igual que en los Estados Unidos.
Los expertos incluyeron en la recomendación de una tercera dosis a otras vacunas aprobadas por la OMS: Pfizer, Moderna y AstraZeneca, y la segunda de Jansen, que inicia con monodosis, para personas con un «sistema inmunológico grave o moderadamente comprometido».