Con más de 5.000 efectivos de todas las fuerzas dedicados al operativo de seguridad, el despliegue de francotiradores y un equipo antidrones, la ciudad de Roma se encuentra blindada para la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno del G20 que se realizará mañana y el domingo y girará en torno a un doble desafío histórico: la pandemia del coronavirus y la crisis ambiental del cambio climático.
Los Grandes de la Tierra” como la prensa llama a los protagonistas del G20 –entre los que se encuentra Argentina junto con Brasil y México por América Latina- comprenden que la peste del siglo XXI no está para nada vencida. Según los datos más frescos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), los contagios han crecido un 4% a 2.900.000 de personas en la última semana. La región europea representa un poco más de la mitad, el 57% de las infecciones globales semanales. La tasa de incidencia del virus más elevada está en Europa, con 179,1 nuevos casos cada 100.000 habitantes (América la sigue con 73,9 contagios cada 100.000).
Ya en la previa de la cumbre, la directora general del FMI, la búlgara Kristalina Georgieva, se mostró alarmada por el rebrote de las infecciones de Covid-19 en una visita al imponente centro de convenciones La Nuvola que albergará la reunión: pidió una acción conjunta del G20 para poner fin a la pandemia compartiendo el suministro de las vacunas. La buena noticia es que las bases de la recuperación económica siguen sólidas gracias al efecto de las vacunas y a las medidas extraordinarias adoptadas. Pero los progresos son amenazados por las nuevas variantes del virus y su impacto económico”, advirtió Georgieva.
La extensión de la pandemia y los muy bajos índices de vacunación de los dos tercios de la humanidad, de más de 7.000 millones de habitantes, pueden generar nuevas cepas y subvariantes del virus resistentes a las vacunas, contribuyendo a los riesgos de rebaja” de los índices de desarrollo, agregó Georgieva, quien advirtió que la inflación y la deuda están creciendo en distintas economías”.
La propia OMS presentó ayer un nuevo plan de lucha contra la pandemia destinado a distribuir vacunas y testeos en los países en desarrollo, por lo que reclamó fondos por 23.400 millones de dólares en los próximos doce meses para financiarlo. El acelerador ACT -una asociación de las principales agencias de salud mundiales- necesita 23.400 millones de dólares para ayudar a los países con más riesgo a desplegar medios de lucha contra el Covid-19 desde ahora hasta septiembre de 2022”, sostuvo la agencia sanitaria de la ONU, que recalcó el hecho de que esta suma es minúscula comparada con las pérdidas económicas provocadas por la pandemia y el costo de los planes de reactivación.
El día anterior, Amnistía Internacional (AI) ya había reclamado a los líderes del G20 una distribución mundial equitativa de las vacunas de Covid-19”. Mientras los índices de inoculaciones de los países del Grupo de los 20 llegan al 63%, en los países con ingresos bajos y medianos sólo ha podido vacunarse el 10% de la población”, advirtió la ONG, que pidió a los líderes del G20 que no vuelvan a repetir su fracaso para garantizar la igualdad de acceso a las vacunas”.
China anunció sus compromisos climáticos
A tres días del inicio de la conferencia del clima COP26, China entregó sus nuevas metas climáticas, en donde el principal emisor global de gases de efecto invernadero se comprometió a lograr la neutralidad de carbono antes de 12060”.
En su nueva Contribución Determinada a nivel Nacional (NDC)”, Beijing pretende alcanzar su pico de emisiones antes de 2030” y obtener un resultado neto de cero emisiones de gases de efecto invernadero antes de 2060”, unos objetivos en la línea con lo declarado este año por su presidente Xi Jinping.
Estas nuevas contribuciones, presentadas en la web de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (Cmnucc), prevén asimismo reducir la intensidad carbono -las emisiones de CO2 en relación con el PIB- en más del 65% con respecto a 2005. Ya en su anterior NDC, el país se había comprometido a reducir su intensidad carbono entre el 60% y 65%, hasta 2030, y conseguir su pico de carbono en torno a 2030”.