Los líderes de Israel y Líbano firmaron un acuerdo para delimitar su frontera en el mar Mediterráneo tras meses de negociaciones bajo los auspicios de Estados Unidos.
Los países están técnicamente en guerra y retomaron el diálogo mediante el cual lograron el acuerdo que permitirá a los dos países explotar los yacimientos de gas del Mediterráneo. La noticia puede significar un alivio para Beirut, que está sumida en una tensa situación económica y política.
Por su parte, el partido islamista libanés Hezbollah anunció el fin de un estado de “movilización militar excepcional” contra Israel. “No todos los días un Estado enemigo reconoce al Estado de Israel en un acuerdo escrito y esto se hace delante de toda la comunidad internacional”, dijo el primer ministro israelí, Yair Lapid.
El acuerdo deja bajo control israelí el yacimiento de Karish y concede a Líbano el campo de gas de Qana, del cual una parte supera la línea fronteriza entre ambos países por lo que Israel se llevaría parte de los beneficios.