En una investigación del medio de comunicación alemán, Die Zeit, publicaron un documento eclesiástico en el que se incrimina al papa emérito, Benedicto XVI, de haber encubierto a un sacerdote acusado de abusos sexuales.
Conforme se lee en el documento, el entonces cardenal Joseph Ratzinger, en 1980 admitió al sacerdote en cuestión -llamado “Peter H.”- en su obispado de Munich, a pesar de tener conocimiento que su trasferencia se debía a acusaciones de delitos sexuales sobre menores de edad, en su anterior obispado de Essen.
En el documento citado también se asegura que Ratzinger y las autoridades eclesiásticas no dieron el correspondiente aviso sobre esta situación al Vaticano, en ese momento. Estas incriminaciones fueron negadas por el secretario personal de Ratzinger.