Una nueva tragedia migratoria sacude a Yemen, al menos 20 personas murieron y decenas permanecen desaparecidas tras el naufragio de una embarcación en la que viajaban cerca de 150 migrantes africanos. El hecho ocurrió en la noche del sábado, frente a las costas de la provincia de Abyan, en el sur del país.
De acuerdo con fuentes locales, el barco se hundió alrededor de las 23:00 hora local (20:00 GMT) debido a las condiciones climáticas adversas, especialmente los fuertes vientos que azotaban la región. Equipos de rescate recuperaron más de una veintena de cuerpos durante la mañana del domingo, en las cercanías de las ciudades costeras de Shaqra y Zinjibar.
Al menos 12 personas sobrevivieron al desastre y fueron trasladadas al Hospital General de Shaqra, mientras continúa la búsqueda de decenas de desaparecidos. Las autoridades temen que el número de víctimas fatales pueda aumentar, ya que varios cuerpos han sido encontrados dispersos a lo largo de distintas zonas del litoral. Fuentes extraoficiales hablan de hasta 27 muertos, aunque esta cifra aún no fue confirmada.
Un comunicado de la Dirección de Seguridad de Abyan señaló que la mayoría de los migrantes eran de origen etíope y viajaban de manera irregular desde el Cuerno de África en embarcaciones operadas por redes de tráfico humano. Las fuerzas de seguridad locales desplegaron una operación de emergencia para recuperar los cuerpos y brindar asistencia, pese a las limitaciones logísticas y de recursos.
Las autoridades yemeníes hicieron un llamado urgente a organizaciones humanitarias internacionales para que intervengan y colaboren en frenar el creciente flujo de migración ilegal por la ruta marítima hacia Yemen, un país devastado por más de diez años de conflicto armado y considerado por la ONU como epicentro de una de las crisis humanitarias más graves del mundo.
El drama migratorio en esta zona se repite con frecuencia, impulsado por la desesperación de miles de personas que huyen de la pobreza, la violencia o la persecución en África oriental, en busca de mejores oportunidades, muchas veces sin saber que el peligro no termina al llegar a la costa.