Recientemente fueron entregados los premios Nobel de la Paz, reconocimiento que en esta ocasión está marcado por la coyuntura de la guerra en Ucrania. Los galardonados por la Academia sueca son el activista bielorruso encarcelado, Ales Bialiatski, la disuelta ONG rusa Memorial y el Centro por las Libertades Civiles de Ucrania.
“El comité Nobel noruego desea honrar a tres destacados estandartes de los derechos humanos, de la democracia y de la coexistencia pacífica en los tres países vecinos que son Bielorrusia, Rusia y Ucrania”, declaró su presidenta, Berit Reiss-Andersen. De esta manera, el Comité del Nobel envió un mensaje de apoyo a Ucrania y repudio a Rusia sin hacer mención directa.
Reiss-Andersen instó a Bielorrusia a liberar a Bialiatski, presidente fundador del Centro de defensa de los Derechos Humanos Viasna. Fue encarcelado de 2011 a 2014 y está detenido sin juicio desde 2020, tras participar en manifestaciones masivas contra la reelección del actual presidente, Alexandr Lukashenko. Memorial es una ONG nacida en 1987 en la Unión Soviética.
“Una fuente de información de mayor autoridad sobre los presos políticos en los centros de detención rusos”, según el Comité de Nobel. En 2016 fue catalogada como agente extranjero en Rusia y en 2021 la Corte Suprema ordenó su disolución a fines de 2021.
Finalmente, el Centro para las Libertades Civiles, fundado en Kiev en 2007, busca promover el Estado de derecho. En medio de la guerra busca documentar crímenes de guerra. Su fundadora, Oleksandra Matviichuk, pide: “Crear un tribunal internacional y llevar ante la justicia a Putin, Lukashenko y a otros criminales de guerra”.