La semana pasada, el mandatario estadounidense, Joe Biden, convocó a una “Cumbre por la Democracia” invitando a Taiwán y excluyendo a China, además, días después congresistas de Estados Unidos llegaron a la isla, lo que fue comprendido desde Beijing como una muestra de apoyo a las autoridades de la isla, a la que China considera una provincia propia.
A partir de ello, la respuesta no se hizo esperar y el ejército chino realizó una incursión de 27 aviones en la zona de defensa taiwanesa. Por su parte, Taiwán advirtió esta situación y envió aviones de combate para alejar a las naves chinas, mientras que los sistemas de misiles se desplegaron para vigilarlos.
Desde la isla, las autoridades notificaron que estos movimientos no son nuevos, sino que desde el 1 de octubre, ingresaron casi 150 aviones del Ejército Popular de Liberación chino a su ADIZ (una zona que Taiwán vigila y patrulla para tener más tiempo de responder a las amenazas).