El poder económico más concentrado e influyente de Brasil decidió abandonar el proyecto de reelección del actual mandatario, Jair Bolsonaro.
Entre las principales entidades que le quitaron su apoyo, se encuentran los dueños del mayor banco privado del país y del hemisferio sur, Itaú, y la corporación empresarial más importante de América Latina: Federación de Industrias del Estado (Fiesp).
Ambas instituciones apoyaron los movimientos contra Dilma Rousseff en 2016 y avalaron el programa económico de Paulo Guedes, el ministro de Economía de Bolsonaro.
En la víspera, firmaron un manifiesto de la Facultad de Derecho de la Universidad de Sao Paulo para repudiar los ataques del presidente contra el sistema electoral y alertar sobre un escenario de no reconocimiento del resultado de los comicios del 2 de octubre.
Quienes adhirieron al texto son los dueños del Banco Itaú, de la cosmética Natura, de la celulosa Suzano y también Klabin, la cementera Votorantim; entre otros, como Arminio Fraga, ex presidente del Banco Central.