El presidente de Chile, Gabriel Boric, anunció ayer un nuevo paquete de siete medidas económicas con miras a hacer frente a las consecuencias que deja la inflación en el poder adquisitivo de las familias, que es actualmente “el principal desafío” al que se enfrenta el país.
Entre los ejes centrales de este nuevo plan, Boric destacó el incremento del aporte familiar permanente, cuya cantidad se duplicará en 2023, pasando de 60.000 pesos chilenos (66,71 euros) a 120.000 (133,45 euros) que irán directamente “al bolsillo de 1.400.000 millones de familias”.
Además, el Gobierno aprobará una transferencia directa para la compra de alimentos que supondrá una cantidad de 13.500 pesos chilenos mensuales (15 euros) por hijo o por persona en situación de dependencia, durante un plazo de ocho meses.
A su vez, el Gobierno chileno también llegó a acuerdos con las farmacias para firmar distintos convenios mediante los que más de 6.900 medicamentos tendrán un descuento, lo que implica que más de 4.200 nuevos fármacos que reducirán su precio en hasta un 32%.
Por su parte, en lo que se refiere al empleo, se aprobará un fondo especial de 50.000 millones de pesos (55,6 millones de euros) para otorgar créditos al sector de la construcción con el objetivo de mantener el mercado laboral en uno de los sectores que ha tenido “más difícil” continuar con su actividad por el alza de los precios.
Asimismo, se ampliará el programa de alimentación escolar a 50.000 niños de colegios públicos del país para garantizar “más de una comida al día” en los hogares más vulnerables, entre otras medidas.
“El primer semestre del año va a ser un momento difícil para las familias y como Gobierno tenemos que hacernos cargo de este desafío, con políticas públicas responsables”, dijo Boric. “Este año vamos a trabajar con mucha más fuerza, para garantizar derechos. Para asegurar su seguridad económica, su seguridad económica, y por cierto su seguridad ciudadana”, concluyó.
Cabe mencionar que, según una encuesta publicada el miércoles por el Centro de Estudios Públicos (CEP), el 61% de la población chilena desaprueba la gestión del actual gobierno de centroizquierda, 11 puntos más que hace 6 meses, mientras que el presidente Boric, se situaba como el cuarto político peor valorado.