Los países nucleados en el grupo G20 celebraron el cierre de la cumbre en Bali, Indonesia, con una declaración cuya mayoría manifestó “condenar firmemente la guerra en Ucrania”. El consenso no fue unánime, ya que algunos países mantienen puntos de vista diferentes.
Por otra parte, en el documento los países calificaron como “inadmisible el uso o la amenaza de uso de armas nucleares”, en una evidente referencia a los discursos del presidente ruso, ausente en la cumbre, Vladímir Putin. En conjunto, se trata de un resultado poco favorable para el Kremlin.
Para el presidente de Francia, Emmanuel Macron, el consenso tiene la gran virtud de “evitar una división del mundo” y demostrar que “existe un espacio de convergencia para empujar a Rusia hacia la desescalada”.
Otro de los hitos del G20 fue la reunión entre el mandatario chino, Xi Jinping, y su par estadounidense, Joe Biden, donde rechazaron iniciar una Guerra Fría, en referencia a la escalada armamentística nuclear.
A su vez, China mantuvo una posición neutral al condenar las sanciones “unilaterales” de Occidente a Rusia y no defender la guerra en Ucrania desde el bando del Kremlin.
Asimismo, Beijing manifestó su interés en la continuidad del sistema económico global. Putin evitó acudir, y el ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov, se marchó al final de la primera jornada, lamentando que Occidente haya “politizado” el encuentro del G20.