La Justicia de Estados Unidos declaró culpables de sedición a dos jefes de una milicia que participaron en la toma del Capitolio, en enero de 2021. El asalto del Capitolio, sede de la Cámara de Representantes y del Senado, fue un hecho sin igual en la historia estadounidense que confronta de manera directa a conservadores y demócratas. Específicamente al ex presidente Donald Trump, quien en ese momento acababa de perder las elecciones y al actual jefe de la Casa Blanca actualmente en funciones, Joe Biden.
Ayer, un jurado declaró culpables en Washington a dos miembros del grupo de extrema derecha Oath Keepers (Guardianes del Juramento). Se trata de una especie de milicia paramilitar.
Junto a simpatizantes de Trump que no admitían la victoria de Biden en las elecciones presidenciales de 2020, tomaron el Capitolio. Este acto es entendido como sedición, un alzamiento colectivo y violento contra la autoridad o el orden público. Ese delito está penado con hasta 20 años de cárcel.
Los sentenciados son el fundador y líder del grupo, Stewart Rhodes, y su lugarteniente Kelly Meggs. Ambos fueron declarados culpables también por otros cargos. La Fiscalía acusó al líder de los Oath Keepers de estar dispuesto a tomar las armas para mantener a Trump como presidente, recibiría 60 años de prisión. Rhodes, de 57 años, es hijo de un militar y empezó su carrera como paracaidista.
Se licenció en Ciencias Políticas con un expediente brillante en la Universidad de Nevada y estudió Derecho en la elitista Universidad de Yale. Fundó los Oath Keepers en 2009 y los organizó como una milicia de extrema derecha para defenderse de los supuestos abusos del Gobierno federal.