El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, propuso ayer a sus colegas de la región “revivir” el proceso de la construcción de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) y trabajar para crear unidades monetarias para comercializar sin depender del dólar. “Debemos profundizar nuestra identidad sudamericana también en el ámbito monetario a través de mecanismos de compensación más eficientes y la creación de una unidad de referencia común para el comercio, reduciendo la dependencia de monedas extrarregionales”, aseguró Lula durante el discurso de apertura de la cumbre sudamericana que se realizó en la ciudad de Brasilia. “Ningún país por sí tendrá la fortaleza de enfrentar los retos de la geopolítica y la economía mundial actual”, agregó.
En un intento por tomar la iniciativa política como actor global, Lula se colocó como mayor economía de la región al frente del proceso de reconstrucción de la Unasur. “Ante tantos cambios y desafíos en el mundo, ¿qué papel queremos para América del Sur? Ningún país puede hacer frente solo a las amenazas sistémicas actuales. Solo actuando juntos podremos superarlos y nuestra región cuenta con activos sólidos para enfrentar este mundo en transición”, aseguró el mandatario.
En ese marco, Brasil presentó 10 propuestas para trabajar en la integración regional con la Unasur, entre ellas la reducción del dólar como moneda para el comercio entre los países, financiar obras de infraestructura y energía y retomar la cooperación en Defensa y en educación superior, siguiendo un modelo de becas e intercambios inspirado al de la Unión Europea (UE).
Una de las propuestas concretas es “colocar al ahorro regional al servicio del desarrollo económico y social, movilizando bancos de desarrollo como la Corporacion Andina de Fomento, Fonplata, Banco do Sul y el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social”, en tanto “profundizar nuestra identidad sudamericana también en el ámbito monetario, a través de mecanismos de compensación más eficientes y la creación de una unidad de referencia común para el comercio, reduciendo la dependencia de monedas extrarregionales”.
Sin embargo, el encuentro finalizó con una declaración denominada “Consenso de Brasilia” que consta de nueve puntos y fue negociada en los últimos días debido a que Uruguay, así como otros países, se negaban a firmarla si no había cambios. Una de las modificaciones respecto al primer borrador es que justamente se retira la mención a Unasur, organismo del que Uruguay se retiró en marzo de 2020 cuando asumió Lacalle Pou.
La cumbre también significó un espaldarazo para Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, que fue recibido como un igual por los demás líderes de la región, a pesar de las diferencias con algunos de ellos, como Luis Lacalle Pou (Uruguay) o Gabriel Boric (Chile). Lula fue muy criticado en su país por defender que las acusaciones de autoritarismo o falta de democracia en Venezuela son parte de una narrativa enemiga. El brasileño sí incluyó el mensaje a Maduro de que las próximas elecciones sean libres.
Lacalle Pou, crítico
El presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, se mostró contrario a la creación de nuevas instituciones latinoamericanas como la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), de la que Uruguay se retiró en marzo de 2020 cuando asumió el actual Gobierno.
“Basta de instituciones”, declaró Lacalle Pou ante sus pares sudamericanos. “Tenemos que ir a las acciones y no perdamos el tiempo que la vida se termina y los gobiernos también”, agregó.
“Me parece oportuno ir a las acciones, revisar las acciones, andar el camino que hemos andado y desandar lo que ha sido equivocado”, le dijo Lacalle Pou a Lula.
Boric se distanció
El presidente de Chile, Gabriel Boric, indicó ayer que la situación en Venezuela “no es una construcción de una narrativa” sino “una realidad seria”, y se distanció así de su par de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva.
“Es la primera oportunidad que tenemos para compartir espacio con Maduro y nos alegra que Venezuela retorne y es en este espacio honesto, directo, que resolvemos los problemas, lo cual no significa hacer la vista gorda para los problemas. Hay una discrepancia en las declaraciones del presidente Lula, no es una construcción de una narrativa, es una realidad seria y la vi en los ojos de venezolanos que llegaron a nuestro país”, aseguró.