La Conferencia de las Partes (COP28) sobre cambio climático mantuvo ayer uno de sus días de negociaciones más intensas, con la discusión sobre al abandono de los combustibles fósiles en el centro del debate, el mismo día en que se conoció un informe que revela que 2023 será definitivamente el año más caluroso del que se tenga registro.
El jefe de la agencia de la ONU sobre cambio climático, Simon Stiell, llamó a los países participantes a dejar de “fingir exageradamente” y lograr un acuerdo ambicioso para frenar el calentamiento global. “Tenemos un texto como punto de partida, pero está lleno de deseos”, explicó ante la prensa en la ciudad de Dubái, donde se desarrolla el encuentro. Un borrador de 24 páginas sobre el que se estuvo trabajando plantea tres opciones para asentar en el texto final de la conferencia: “abandonar” lo antes posible los combustibles fósiles, “reducir” su consumo, o ni siquiera mencionarlo en el texto.
La Unión Europea (UE) -el tercer mayor emisor de gases de efecto invernadero, por detrás de Estados Unidos y China- se pronunció a favor de que la COP28 sea “el principio del fin” del uso de las energías fósiles. “Debemos deshacernos de las energías fósiles”, expresó el comisario europeo de Acción Climática, Wopke Hoekstra. “Quiero que esta COP marque el principio del fin de las energías fósiles”, agregó.
Las organizaciones ecologistas y los gobiernos más comprometidos con el combate contra el calentamiento del planeta insisten en que hay que “abandonar” lo antes posible todos los combustibles fósiles como fuentes energéticas. En tanto, los países productores de petróleo, encabezados por Arabia Saudita, se muestran opuestos a una formulación demasiado estricta, dado que consideran que esas fuentes aún tienen un rol que jugar, así que proponen una “reducción”.
En tanto, Estados Unidos anunció ayer ayudas por US$ 53.000.000 para 23 ciudades de países en vías de desarrollo que deben enfrentarse al cambio climático, entre ellas Hermosillo y Mérida, de México, para que puedan equiparse con vehículos eléctricos, renovar su transporte público y reducir sus emisiones de carbono. “La COP28 llega al final de un año en el que personas de todo el mundo vieron sus vidas trastornadas por temperaturas récord y condiciones climáticas extremas”, dijo Samantha Power, jefa de la agencia estadounidense para el desarrollo internacional (Usaid).