Los Estados bálticos empezaron a prohibir la entrada de buques rusos en sus puertos, como medidas dentro de las sanciones de la Unión Europea (UE), que se resiste a vetar la importación de petróleo de Moscú.
Estonia anunció ayer la prohibición desde este domingo del ingreso de buques rusos a sus puertos, así como también lo hizo Bulgaria y próximamente lo harían Letonia y Lituania.
“A partir del domingo 17 de abril, los barcos bajo bandera rusa tienen prohibido ingresar a los puertos de la UE, incluida Estonia”, informó el Ministerio de Economía estonio.
Un día antes, Rusia había anunciado la expulsión de 18 diplomáticos de la UE en ese país, en respuesta a una medida similar adoptada por Bruselas, decisión que el bloque calificó de “injustificada”.
Es más, Rusia anunció luego este sábado que el primer ministro británico Boris Johnson y otros altos cargos de su Gobierno tienen prohibido el ingreso al país, como respuesta a las sanciones impuestas contra el Kremlin.
“Esta medida fue tomada como una respuesta a la desenfrenada campaña informativa y política destinada a aislar a Rusia de forma intencional, para crear las condiciones para lastrar a nuestro país y estrangular a nuestra economía”, indicó el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia.