El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, cargó contra su par ruso, Vladimir Putin, a quien acusó de “carnicero” y consideró que “no puede permanecer en el poder” en un acto en Varsovia, la capital de Polonia, donde finalizó su gira por Europa.
Tras las reuniones con los presidentes europeos, el G7 y la Otan, el mandatario estadounidense culminó su viaje por el viejo continente con una estadía de dos días en Polonia, donde se reunió con refugiados acogidos por este país. Tras el encuentro y consultado por su opinión respecto a Putin, Biden respondió rápidamente: “Es un carnicero”.
Luego, en un acto realizado en el castillo real de Varsovia con el que culminaron sus actos políticos, el presidente de Estados Unidos criticó el accionar ruso, esta vez calificándolo de “cínico”. “Rusia ha estrangulado la democracia y ha tratado de hacerlo en otros lugares, no solo en su patria. Bajo falsas afirmaciones de solidaridad étnica, invalidó a las naciones vecinas. Putin tiene el descaro de decir que está ‘desnazificando a Ucrania’. Es una mentira. Es simplemente cínico. Él lo sabe. Y también es obsceno”, aseveró Biden.
Además, le advirtió a su homólogo ruso que “no se le ocurra avanzar” sobre territorio de la Otan, a la vez que reiteró que su país no se involucrará directamente en el conflicto, ya que Ucrania no pertenece a la Alianza Atlántica: “Las fuerzas estadounidenses no están en Europa para involucrarse en un conflicto con las fuerzas rusas. Las fuerzas estadounidenses están aquí para defender a los aliados de la Otan”. Así, defendió y apoyó a Polonia, que por su cercanía territorial con Ucrania y su rol respecto a los refugiados, había solicitado mayor respaldo de Occidente.
Al finalizar su discurso, Biden consideró que Putin no debería permanecer en su cargo. “Por el amor de Dios: ese hombre no puede permanecer en el poder”, dijo el demócrata. Poco después, un funcionario de la Casa Blanca se apresuró a aclarar que Biden no estaba incitando a un “cambio de régimen” en Rusia, sino refiriéndose a que se debía impedir que Putin ejerciera cualquier poder “sobre sus vecinos o en la región”, en un intento de bajarle el tono a las declaraciones.
Por su parte, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, consideró que los “insultos personales reducen la oportunidad de mejorar nuestras relaciones bilaterales”. Además, le sugirió a Biden “mantener la calma” y recordó que “él es el hombre que una vez exigió, hablando en la televisión de su país, que se bombardeara Yugoslavia. Exactamente, bombardeos de Yugoslavia. Exigió matar a gente”.
Macron se distancia del discurso de EE.UU.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, tomó distancia de las declaraciones que hiciera su par estadounidense, Joe Biden, sobre el líder ruso, Vladímir Putin.
“No utilizaría este tipo de términos porque sigo hablando con el presidente”, dijo el francés en una entrevista televisada, y pidió evitar “la escalada de palabras y acciones” para poder avanzar en poner fin a la guerra.
Además, el mandatario dijo que “Estados Unidos es un aliado en el marco de la Otan con el que compartimos muchos valores, pero los que vivimos junto a Rusia somos los europeos”, en una especie de recordatorio sobre los riesgos que enfrenta cada país.
En la entrevista Macron reconoció mantener contacto con Putin “parar la guerra” y admitió que le gustaría protagonizar una solución negociada al conflicto y que esa es la razón por la que su país “ha elegido no intervenir por la vía militar”.
En este sentido, el presidente francés se ha desempeñado como un activo participante en las conversaciones con Rusia por la apertura de corredores humanitarios en Ucrania.
Los negociadores de Rusia y Ucrania se reúnen en Turquía
Delegados de Ucrania y Rusia reanudarán esta semana de manera presencial el diálogo con que buscan poner fin a la guerra derivada de la invasión rusa, esta vez en Turquía, según anunciaron los negociadores de ambas partes y el gobierno anfitrión.
Tras una conversación telefónica entre el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, y el de Rusia, Vladimir Putin, se acordó que las conversaciones tendrán lugar en Turquía esta semana, aunque no quedó claro cuándo será el día de inicio.
Según declaraciones de Erdogan, Putin le comunicó que Rusia está dispuesta a hacer “cualquier contribución necesaria” para establecer un alto el fuego en Ucrania y “mejorar la condición humanitaria en la región”. Por su parte, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, afirmó ayer que está “dispuesto” a aceptar el estatus de neutralidad de su país, y reveló que ese asunto “se estudia a fondo” en las negociaciones entre Kiev y Moscú.
No obstante, Zelenski señaló que un acuerdo de este tipo no debe apuntar a repetir el Memorando de Budapest, un acuerdo firmado en 1994 por Rusia, en el que se garantizaba la integridad y la seguridad de tres antiguas repúblicas soviéticas, incluida Ucrania, a cambio de renunciar a las armas nucleares heredades de la Unión Soviética.
Ya hay más de 1.100 bajas civiles y crece la cifra de refugiados
Naciones Unidas reveló que desde el inicio de la guerra en Ucrania se han podido constatar la muerte de 1.119 civiles ucranianos y 1.790 heridos, mientras que más de 3,8 millones de ucranianos se han visto obligados a desplazarse a otros países.
La crisis humanitaria desatada por la guerra ya cuenta con más de 1.100 muertes, entre las cuales se cuentan 99 niños fallecidos, informó el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos (Acnudh. Sin embargo, el organismo reiteró que las cifras reales seguramente son mucho mayores a las que ellos pueden constatar.
Además, el organismo de la ONU para los refugiados (Acnur), indicó que de los 3,8 millones de refugiados ucranianos, 2,2 millones han sido recibidos en Polonia. No obstante, se espera que este número se incremente luego del anuncio realizado por la viceprimera ministra de Ucrania, Irina Vereschuk, sobre la apertura de diez nuevos corredores humanitarios desde las ciudades más afectadas por los ataques rusos.
Uno de dichos corredores se abrirá paso desde la ciudad portuaria de Mariupol, donde según consejo municipal, cerca de 45.000 residentes de la ciudad fueron evacuados, pero casi 100.000 personas permanecen en la ciudad en condiciones de precariedad debido al asedio ruso.