Dos nuevos tiroteos dejaron al menos cinco muertos este miércoles en Estados Unidos mientras en Uvalde, Texas, sepultaban a una de las dos maestras asesinadas en la reciente masacre en una escuela primaria y la ciudad de Nueva York analizaba declarar el “estado de emergencia” por la violencia con armas de fuego.
Uno de los tiroteos se produjo cuando un hombre con un fusil abrió fuego en un campus del centro médico St. Francis, en Tusla, Oklahoma (estado del centro-sur de Estados Unidos) y provocó cinco muertos –incluido él mismo- y varios heridos.
“Podemos confirmar que cinco personas fallecieron, incluido el atacante, en el tiroteo”, publicó anteanoche la Policía de Tusla en Twitter. “Una escena catastrófica”, describió el sargento Richard Meulenberg, quien agregó que “un sospechoso fue abatido. No sé en este momento si le disparamos o él mismo se disparó”.
Con el paso de las horas, se pudo determinar que el asesino era Michael Louis, quien irrumpió en el hospital Saint Francis armado con un rifle y una pistola con el objetivo de matar a uno de los cirujanos del lugar por un motivo personal: lo culpaba del dolor que sufría tras una operación de espalda realizada por el profesional.
La policía encontró una carta del sospechoso en la que “dejaba bien en claro que entró al hospital con la intención de matar al doctor Phillips y a cualquiera que se interpusiera en su camino”, según informó el jefe de la policía de Tulsa, Wendell Franklin. Además del cirujano, las otras víctimas del brutal ataque fueron otro médico, una recepcionista y un paciente.
“Se interpusieron en su camino y Lewis los abatió a tiros”, explicó Franklin, quien informó que “el sospechoso compró una pistola semiautomática en una armería local poco antes del tiroteo”. A la vez, al menos una persona resultó herida por disparos de arma de fuego cerca de un supermercado Walmart en Pennsylvania, según informó la policía, que logró capturar a un sospechoso afronorteamericano.
Estos dos ataques se produjeron mientras en Nueva York acusaban de “terrorismo interno” a Payton Gendron, un adolescente blanco acusado de matar a tiros a diez personas durante un ataque racista en un supermercado en Buffalo el mes pasado; y el alcalde de la ciudad homónima, Eric Adams, analiza la posibilidad de declarar el “estado de emergencia” debido a la creciente violencia con armas de fuego.